Paulo Villalobos
La Sala Constitucional ordenó al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) realizar un estudio científico sobre los efectos de los agroquímicos en la salud, el ambiente y las abejas productoras de miel, como especie clave para la biodiversidad.
El informe deberá abarcar únicamente los productos con el insecticida neonicotinoides, el cual actúa en el sistema nervioso central de los insectos y, con menor toxicidad, en aves y mamíferos.
La disposición del tribunal consta en la sentencia número 2019-024513, votada por unanimidad el viernes 6 de diciembre de 2019. Los magistrados resolvieron así un recurso de amparo planteado por el diputado José María Villalta, del Frente Amplio.
El congresista acudió a la Sala, luego de que el MAG le rechazara gestiones formuladas contra el uso de los agroquímicos.
Las abejas son animales fundamentales para la naturaleza. Debido a su anatomía, cubierto de pelos, son transportadores del polen de las plantas, posibilitando la reproducción de múltiples especies vegetales. Según reportes de Naciones Unidas, una fresa por ejemplo, requiere al menos 21 visitas de abejas para crecer.
Las abejas no son los únicos insectos polinizadores, pero son vitales.
Las colmenas de abejas sufren ante impactos como la pérdida de hábitat, agroquímicos y agentes naturales. (El Observador)
Desde hace varios años hay preocupación en el mundo, por el impacto a las poblaciones de abejas. La Unión Europea ha emprendido cambios y estudios para analizar la salud de estos insectos. Diferentes investigaciones científicas han señalado el declive de las abejas, asediadas por diversas amenazas: la destrucción de su hábitat, el uso abusivo de agroquímicos, y hasta una avispa asiática que ataca las colmenas, o un ácaro que consume sus líquidos internos.
En julio pasado, el medio español El País informó que la asociación sin ánimo de lucro National Park City realizó una campaña de financiación colectiva para sembrar flores en Londres. EarthWatch abrió un debate en la Sociedad Geográfica Real de Londres para escoger la especie sin la cual se nos haría casi imposible vivir en este mundo. “Fueron las abejas la especie declarada más valiosa del planeta ya que, entre otras cosas, de ellas depende de una manera u otra más del 75% de los cultivos de alimentos”, reportó el periódico.
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Ya existen criterios de la Escuela de Biología de la UCR y de la Escuela de Agronomía del TEC sobre los efectos perjudiciales de los neonicotinoides en las abejas. Si permitimos que sus poblaciones sigan disminuyendo, el efecto sobre la flora y la agricultura sería catastrófica.
— José María Villalta Flórez-Estrada (@josemvillalta) December 9, 2019
Mejorar prácticas en un país que abusa de agroquímicos
Las abejas son claves para la reproducción de distintas especies y frutas. (Manuel Sancho/El Observador)
Según la Sala Constitucional, se busca mejorar las prácticas agrícolas, así como resguardar la seguridad alimentaria de la población.
El estudio científico deberá hacerse en el plazo de un año, a partir de la notificación de la sentencia. El Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) debe coordinar con el Laboratorio de Fitopatología y Biocontroladores de la Escuela de Agronomía del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) así como la Facultad de Ciencias Agroalimentarias de la Universidad de Costa Rica (UCR).
“De encontrarse (en el análisis) riesgos o daños graves en la salud, la biodiversidad o el ambiente, incluidas las poblaciones de abejas melíferas, el Ministerio deberá adoptar las medidas correspondientes para resguardar esos bienes constitucionales”, dice la resolución.
El tribunal advierte en el fallo que en la protección de los recursos naturales debe existir una actitud preventiva y precautoria para minimizar la degradación y deterioro.
Este tribunal ha reconocido el riesgo que puede entrañar el uso de los plaguicidas y la trascendencia de adoptar medidas idóneas para regular su empleo. En el ordenamiento jurídico costarricense existe diversa normativa legal y reglamentaria de la que se deriva que la actividad de importación, fabricación, comercialización y empleo de los plaguicidas está fuertemente sometida a la potestad de policía del Estado, en aras de garantizar el derecho a la salud y al medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado.
Sala Constitucional
“La disminución en las especies de abejas tendrá efectos devastadores sobre la flora y la agricultura a nivel mundial. Por eso celebramos este primer paso para garantizar la protección de sus poblaciones y la labor fundamental de polinización que realizan. Vamos exigirle al MAG cumpla cuanto antes con la obligación de realizar los estudios y que se tomen medidas urgentes para proteger los ecosistemas”, afirmó Villalta.
Costa Rica el país que más usa agroquímicos en su agricultura. En el 2015, datos del Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET) revelaron que en el país se usan en promedio 18,2 kilogramos de plaguicidas por hectárea de cultivo agrícola.
Somos el primer lugar mundial, seguido por China, con 17 kilos. La cifra es muy superior a la de otros países como Estados Unidos, donde se usan alrededor de 2,5 kilos por hectárea.
Para el voto, la Sala la conformaron Fernando Castillo (presidente), Paul Rueda, Luis Fernando Salazar, Jorge Araya; y los suplentes Marta Esquivel, Alicia Salas y Lucila Monge.
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Paulo Villalobos
