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Marcelo Castro: El relato de un niño del campo que llegó a ser una figura de la tevé

Karen Marín para El Observador El anuncio del retiro anticipado del periodista Marcelo Castro de Telenoticias (canal 7) fue una…

Por Redacción El Observador

Tiempo de Lectura: 9 minutos
Marcelo Castro: El relato de un niño del campo que llegó a ser una figura de la tevé
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Karen Marín para El Observador

El anuncio del retiro anticipado del periodista Marcelo Castro de Telenoticias (canal 7) fue una sorpresa.

A lo largo de 35 años frente a las cámaras Castro, deja una huella en varias generaciones que crecieron viendo y escuchando al Premio Nacional Pío Víquez 2013 hacer, narrar, guiar y presentar noticias.

Ahora, él quiere descansar del trajín diario del noticiero y hacer realidad su sueño de una vida mas pausada. Y tras una vida frente a las cámaras, Chelo -como lo llaman sus amigos-, deja un legado de cómo hacer periodismo televisivo; una nostalgia anticipada y una interrogante con respecto a los cambios que se puedan dar en el noticiero de La Sabana, tras su retiro.

Fue un niño que creció en el campo, un adolescente que tuvo que trabajar y terminar su escolaridad en un colegio nocturno. Él, quien hoy es una figura clave del periodismo televisivo, nunca pensó en la tevé como una opción para soñar, su meta era hacer radio. ¡Las vueltas de la vida!

Con el anuncio de su partida Marcelo Castro le abrió a El Observador las puertas de su casa en Heredia; repasó las páginas de sus recuerdos -los más preciados y los que, no-, analizó su presente, habló de sus sueños en una entrevista… cercana, y absolutamente, personal.

Libros, objetos que atestiguan sus viajes, recuerdos de su vida… todos estos elementos están en el entorno de la casa de Marcelo Castro. (El Observador).

Forjando el camino

Entre los recuerdos añorados de Marcelo Castro resaltan los tiempos en que, pese a las múltiples limitaciones económicas, vivía feliz entre cafetales y ríos, donde podía jugar y escaparse a meditar.

Un niño tímido y esforzado quien, descubrió poco a poco sus sueños, y que con mucho esfuerzo logró hacerlos realidad; una historia que como en los cuentos de hadas tiene un final feliz.

¿Cómo era Marcelo, el niño?
Crecí en un ambiente de mucha humildad, de mucha limitación, bastante pobreza, el menú diario era siempre el mismo:arroz y frijoles con algo que se le agregaba; queso, leche o huevo. Vivía en una finca, y eso siempre fue maravilloso para mí, vivir rodeado de cafetales, de ríos…

“Fui un niño un poco solitario. Me encantaba escaparme a los potreros a meditar; a veces hasta lloviendo me iba y mi mamá se enojaba mucho y me decía: ‘¿por qué se pierde?’. En la escuela siempre fui un estudiante aplicado, de los mejores en la clase, era un ‘verde’.

“Fue una etapa con recuerdos bonitos, y tristes también, por que mi mamá padecía de asma y verla con sus crisis sin poder entender bien que era lo que pasaba me generaba mucha angustia.”

¿Cuando era niño jugaba a ser periodista?
No recuerdo haberlo hecho, lo que sí me gustaba mucho desde niño era escuchar radio, el radio de transistores era el entretenimiento. En mi casa nos entreteníamos con eso, escuchábamos música, novelas, y fue así como empecé a interesarme en la radio.

“Incluso mi papá, que era una persona muy sencilla porque él nunca fue a la escuela, disfrutaba mucho de las noticias políticas, entonces oía hasta las sesiones de la Asamblea Legislativa y él hablaba mucho conmigo del tema.

“También conocí a una gran señora, doña Emilia Prieto, que era una gran folclorista. La finca donde vivíamos era de ella, y cuando llegaba los fines de semana a descansar a la casa, llevaba el periódico La Nación, y siempre me decía: ‘tome, aquí le dejo estos periódicos para que los lea; esos fueron mis primeros contactos con el periodismo. 

“Me fui interesando en la carrera entre los 15 o 16 años, y el imán fue la radio, al escuchar los locutores de deportes y noticias.”

¿Y de adolescente?
Mi papá era jornalero, un hombre sencillo del campo, y cuando tenía 17 años empecé a trabajar para costearme mis estudios.

De hecho el último año lo terminé en un colegio nocturno y mi hermano, al que le llevo dos años, también empezó a trabajar a esa edad; éramos varias personas llevando dinero al hogar.”


“Recuerdo que fue en el 78, -dos años antes de que empezara a estudiar periodismo- que en mi casa hubo un televisor. Por esos años por primera vez mi mamá pudo lavar la ropa en una lavadora, tuvimos una refrigeradora, pero todo fue llegando con los años.

-Cuando llegó el momento de decidir su profesión ¿Cómo fue ?
Estaba en el colegio y empecé a aficionarme mucho por el periodismo radial. Ya en cuarto año del colegio lo había decidido: me imaginaba igual que los locutores radiales, haciendo noticias, haciendo deportes -siempre me han gustado-, nunca pensé llegar a la televisión; siempre pensé en radio.


¿De qué se arrepiente?
Uhh, de muchas cosas. Por ejemplo, a pesar de que mi relación con mis padres fue maravillosa, y que en la etapa final de ellos estuve atento y vi por ellos, me arrepiento de que tal vez pude tener más tiempo de calidad con mis padres. La profesión fue algo que me lo impidió, me habría gustado llevar a mi mamá a un viaje y no lo concreté; ella quería conocer la Basílica de Guadalupe en México.

Los sueños se hacen realidad

Marcelo Castro forjó sus sueños de forma discreta y casi imperceptible aún para sí mismo. Dio sus primeros pasos en el periodismo en la oficina de prensa de la Asamblea Legislativa; luego llegó a radio Monumental y después a Telenoticias, de Teletica canal 7.

Las circunstancias, simplemente, se iban presentando y encadenando hasta que desembocaron en metas cumplidas. Al escucharlo narrar los pasajes de su propia vida no queda de otra que concluir: ha sido un hombre con buena estrella.

-Un momento determinante en su vida.
Haber entrado a trabajar a la Asamblea Legislativa. Estaba administrando un pequeño supermercado en Tibás, y conocí a la esposa de un diputado de Golfito que estaba viviendo ahí.

“La señora se hizo muy amiga mía y me preguntó si estaba estudiando, le dije: ‘si, estoy estudiando periodismo’ y me dijo: pero que bueno sería que se fuera a trabajar a un lugar diferente, a una oficina de gobierno o algo así’. Le dije que sí, que ese era mi sueño; entonces la señora habló con el esposo, que era todo un caballero ejemplar, y fue él quien que me ayudó a entrar a la Asamblea Legislativa.

“Tuve que hablar con el director ejecutivo de la Asamblea don Harry Muñoz (QDG) y me preguntó qué estudiaba;él mismo me colocó en la oficina de prensa, que tenia solo una periodista, y ahí conocí a dos periodistas muy queridos: Ufrán García y Marlene Cambronero, quienes después me llevaron a trabajar a Monumental. Y así realicé mi sueño.”

En ese largo caminar, primero la Asamblea Legislativa, después Monumental y Telenoticias ¿Quién ha sido su referente a nivel profesional?
Son varios en realidad. Parmenio Medina, Javier Rojas González, Enrique Leiva, Edgar Arce que eran de noticieros radiales.

“Cuando empecé a trabajar en Monumental, indudablemente, doña Nora Ruiz -directora- se convirtió en mi gran maestra. A estas alturas ella resalta mi trabajo, y yo, mi admiración y agradecimiento.

“Cuando entré a la televisión don Rodrigo Fournier, un hombre con una capacidad increíble, y doña Pilar Cisneros que, ademas de ser mi directora, es mi amiga.

-Entró a televisión en un momento diferente al actual ¿Cuáles considera que fueron los mayores retos antes y ahora?
Es increíble, he tenido la suerte de trabajar desde 1985 en la televisión; entonces he pasado por tantas etapas, por diferentes situaciones con la tecnología.

“Por ejemplo, cuando entré a canal 7, todavía se escribía en máquina de escribir mecánica; los casetes que se usaban para grabar las imágenes eran grandísimos; las ediciones eran más rudimentarias, entonces los retos eran terribles porque había que tener las noticias a tiempo con equipos de edición que no eran tan rápidos.

“Después fui viviendo una serie de etapas para mí increíbles. Recuerdo que Telenoticias compró una móvil pequeña que permitía hacer transmisiones desde cualquier punto del país de forma muy rápida; un día, en la edición de mediodía, me dijo el director, don Rodrigo Fournier: ‘ vaya usted y hace una transmisión con esta móvil porque queremos irla probando’.”

¿Cuál entrevista recuerda, por buena o por difícil?
Creo que he hecho muchas entrevistas malillas, a veces incluso porque los entrevistados no se prestaban para la ocasión, o porque había que hacerlas muy a la carrera, y hay que improvisar.

“Entrevistas bonitas que me generen mucho cariño recuerdo una con Mercedes Sosa, ademas siempre la admiré como cantante. Otras me han gustado como una que le hice a Fidel Castro en Venezuela, a Carlos Menen expresidente de Argentina, y a Daniel Ortega.”

¿Extraña el reporteo?
¡Claro que sí! es lo que siempre me gustó más. El reporteo es apasionante, principalmente cuando se trata de la nota inactual, de ir a hacer reportajes de contenido humano, de tomarse tiempo para hablar con la gente, para ir al campo, para conocer las vivencias de las personas, eso fue siempre lo que más me gustó y lo disfruté muchísimo; tanto así que doña Pilar (Cisneros) siempre me decía: “No, usted no se va a quedar siempre metido en la redacción”.

Usted es una persona querida y con credibilidad ante la audiencia ¿Cómo llega un periodista hasta ahí?
Solamente trabajando, haciendo uso de sus carisma. Eso lo he aprendido en la espiritualidad que todos los seres humanos tenemos: aptitudes,capacidades, talentos, la forma de hacer empatía con los demás. Como decía mi papá: “llevarse bien con todos”.

¿De los libros a la vida real hasta que países ha llegado?
Dios ha sido bueno conmigo y la profesión me ha ayudado mucho, uno de los que anhele mas hacer fue a Egipto -dos veces-; La Isla de Pascua -Chile-; Corea del Sur.

“Otros me han marcado mucho como el de Israel y Jordania; Italia por todas sus bellezas, por el arte, por su gente, por la comida, es un país al que volvería las veces que sea necesario. Portugal también me cautivó.

De la intimidad a la luz pública

Su vida transcurría con relativa calma enfocado en su quehacer profesional, hasta que un infortunado acontecimiento le dio el impulso necesario para hablar de un tema tabú: la preferencia sexual.

Ocurrió a finales de los 90 cuando hablar de homosexualidad no era quizás tan políticamente correcto en la sociedad tica de aquel entonces. Pero fiel a sus convicciones decidió dar el paso y tomar el riesgo, y para su sorpresa recibió a cambio múltiples muestras de admiración y cariño -que hasta el día de hoy- han hecho que se sienta orgulloso de haber tomado esa decisión.

Usted dio un paso importante en un momento cuando el tema era más bien un tabú ¿Qué lo motivó a hablar, públicamente, de su orientación sexual?
En realidad fue algo que siempre estuvo en mi corazón, lidié con una voz interna que me decía: “usted no tiene por que callarse, no tiene por que agachar la cabeza”. Siempre estuve seguro que algún día lo iba a decir, sin tener que esconderme.

“Tuve una situación un poco complicada en el año 1996, cuando visité una discoteca con unos amigos y hubo una redada policial, lo que de alguna forma me confrontó por que se armó un escándalo y se dijo que yo había estado ahí y eso fue lo que me impulsó a decir las cosas tal como eran.

“Esa decisión me hizo crecer y que me dio más valor para hablar acerca del tema.”

Johnny López, periodista de Más que Noticias, y Marcelo Castro tienen una sólida relación desde hace nueve años. (El Observador).

¿Y cómo se convirtió en una persona tan espiritual?
Provengo de una familia muy católica, muy conservadora; aprendí a ir a misa todos los domingos, el culto por la Virgen, por Jesús; sin embargo, en mi adolescencia hay una etapa de rebeldía que me hace rechazar todo eso y me decido a decir que soy ateo y no quiero nada con la religión.

“No obstante, ahí mismo comenzó una búsqueda en mí, una introspección; tenia un vacío interior que tenia que llenar. A partir de ahí investigué mas sobre el tema de espiritualidad, no sobre una religión, y así fue como empecé a construir mi formación espiritual con base en el conocimiento que fui adquiriendo sobre cómo tener una relación con Dios perfecta.”

“Una relación de amistad con él (Dios) y que me permite observarme, mirar quien soy, cómo me comporto y qué cosas tienen que transformarse en mi; que es lo más importante, lo demás se da por añadidura.”


¿Como se ve después del 30 de noviembre cuando dejé Telenoticias? ¿Qué es lo primero que va a hacer?
Descansar unas cuantas semanas y hacer un viajecito a final de año con Johnny (López, su pareja), que ya lo estamos planeando, porque si algo me gusta de la vida es viajar y conocer. Entonces voy a viajar todo lo que pueda

¿Qué nos puede decir acerca de su nuevo programa?
Está en etapa de planeamiento aún, hay proyectos en mente. Don Ignacio (Santos, director de Telenoticias) me propuso hacer un segmento semanal; lo que le agradezco mucho y lo veo muy factible.

“Me encanta la idea de hacer un segmento dedicado a temas de crecimiento personal, temas de desarrollo humano, que es una de las cosas que me gustaría hacer más a futuro.”

¿Qué mensaje quiere dejar a las nuevas generaciones, tanto a nivel profesional como humano?
Mi mensaje es que crean en sus sueños y que hagan realidad los cambios. Creo que la sociedad está retada a hacerlos; eso si, creo que no podemos perder la perspectiva que a través de la violencia o la imposición no es la forma.

“Los cambios comienzan en el corazón de cada uno, y a partir de ahí esa idea puede hacer que yo cambie muchas cosas en el mundo. Lo más importante es tener una actitud positiva, es tener conciencia de que el cambio en mi vida lo hago yo.”

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