Tomás Gómez
Como extranjero en condición irregular y tras una condena por tráfico internacional de drogras, Ismael Hermegildo González Álvarez estuvo a punto de ser deportado en el 2018 pero logró nacionalizarse y mantenerse en el país.
“Se estaba llevando a cabo el trámite de deportación, cuando posteriormente, se recibió el comunicado del TSE indicando que la persona es costarricense por naturalización, por lo cual se detuvo el acto”, detalló.
Para ello se valió de un matrimonio disuelto 7 años atrás y del derecho a eliminar los antencentes penales, portillos validados por la ley nacional.
Con esa garantía el cubano-mexicano se afincó y gestionó una fundación de derechos humanos.
El hombre ahora se presenta como Hermez González y el autodenominado grupo “Rescate Nacional” promueve como mediador en su pugna con el Gobierno.
González con cédula 8
El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) c0nfirmó a El Observador que González obtuvo su nacionalidad en el 2018 por medio de un matrimonio.
Esto, pese a que la misma institución tiene registrado su divorcio de una costarricense de apellidos Azofeifa Rojas en el 2010.
El enlance se dió en el 2007 y duró poco más de 3 años, los necesarios para aprovechar el derecho a obtener la ciudadanía.
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Así lo plantea la Constitución Política en su artículo 14, facultando a los extranjeros casados con costarricenses por más de 2 años y que hayan residido en el país a optar por la nacionalidad.
“La redacción constitucional dice que es la persona extranjera luego de haber estado casadas dos años. Si dijera que esté casada sería otra interpretación, pero al decir “luego de haber estado casadas” es razonable entender que una persona aunque se divorcie cumple con el requisito”, explicó el vocero del TSE, Gustavo Román.
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A mediados de semana, González había dicho a este medio que él intentó no usar la figura.
“Yo estuve casi 11 años con el expediente para ser residente permanente, no me había nacionalizado porque estaba tratando de seguir los pasos normales”, señaló.
En la misma entrevista detalló que si bien había permanecido en el país como mexicano, hizo sus trámites como cubano pues su documentación azteca había vencido.
Las drogas rumbo a Europa
Otro de los cuestionamientos a la naturalización de González fue respecto a una condena de 10 años por tráfico internacional de drogas.
Según las sentencias los hechos se remontaban a incios de los 2000 cuando el hombre fue parte de una organización que enviaba estupefacientes a Europa
González fraguó un plan para enviar las sustancias usando como mampara la Jornada de Laicos en El Vaticano, indica la resolución.
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“Se encargó de buscar información por internet de la citada actividad, a la vez que le suministró al cabecilla Valencia, los nombres de dos ciudadanos guatemaltecos que podrían llevar a cabo el plan trazado, e incluso le dio los números telefónicos con los cuales ubicar a Pérez”, advierte la sentencia
Beneficios carcelarios le permitieron quedar libre en el 2007 y otra ventaja legal le permitió optar por la nacionalidad.
El TSE explicó que según los registros judiciales la sentencia ya no aparecía pues el “derecho al olvido” garantiza su eliminación a los 10 años.
“En el Archivo Judicial no había nada contra esa persona porque había superado ya el plazo decenal establecido en nuestra legislación para la eliminación de esos registros por un derecho fundamental al olvido”, detalló Román.
“Esta persona fue condenada en el año 2001, cumplió su condena en el 2007, los 10 años empiezan a correr a partir de ese momento, se vencen en el 2017 y la solicitud de nacionalización llega el 23 de febrero del 2018”, agregó.
