Josué Alvarado
La gran mayoría de los asociados a Coopeservidores (el 75% de ellos) gana en promedio ¢700.000 mensuales. Se trata de personas físicas asalariadas tanto del sector público como del privado.
Esta fue una de las conclusiones del equipo que intervino Coopeservidores y que determinó que es inviable, es decir, que no podrá seguir operando.
Las personas perdieron su capital social, es decir, el dinero que aportaron mensualmente para poder ser parte de la cooperativa. Al retirarse de la cooperativa los asociados tenían derecho a retirar el capital que habían aportado por años, lo que lo convertía en una especie de ahorro aunque no lo fuera.
Pero debido a la situación de Coopeservidores, este capital es el que está respondiendo y haciendo frente, en parte, a las pérdidas que reporta la cooperativa. Es decir, era el dinero que los socios habían puesto para que la empresa funcionara y que ahora se usa para pagar las deudas antes del cierre.
Este capital con el que funcionaba la cooperativa quedó prácticamente en “cero”, según concluyó el equipo interventor y resolutor, por lo que una devolución de estos fondos es poco probable.
OBSERVE MÁS: Para salvar a Coopeservidores cada asociado tendría que haber aportado ¢963.000
Nivel salarial de asociados impidió una inyección adicional de capital
Coopeservidores tenía un total de 131.311 asociados al momento de la intervención.
Para salvarla y no cerrarla los asociados le debían inyectar a la cooperativa un total de ¢126.350 millones. Es decir, ¢963.000 cada uno.
Pero el equipo interventor concluyó que esto era inviable. Y una de las razones fue el nivel de ingreso de los asociados.
“Si tuvieran que realizar la aportación en la dimensión indicada, les representaría la totalidad o una porción muy importante de su salario bruto, en el mejor de los casos, y para otros, ni tan siquiera con su salario completo podría efectuar esa aportación”, señala el acuerdo del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero Nacional (Conassif) que declaró inviable la cooperativa.
Otras razones por las que era inviable esta ruta son:
- 5.041 afiliados que son deudores están en una categoría de riesgo por impago. Si no pueden pagar la deuda, probablemente tampoco puedan hacer este aporte cercano al millón de colones
- No hay forma de obligar a todos los asociados a efectuar un aporte de capital
- El reglamento de la cooperativa dice que las aportaciones de capital, en caso de que se hagan, deben ser graduales para no afectar a los asociados. Esto quiere decir que la recaudación tardaría meses o años, lo que no es viable en este momento
- La variada composición de los asociados les impediría hacer una recapitalización interna con sus depósitos por lo que esta opción también se descartó.
Debido a esta inviabilidad el equipo resolutor propone vender la Cooperativa en dos partes: una “buena” y otra “mala”.
Hasta este jueves 27 de junio, cuando cerró el plazo para recibir ofertas formales, una sola entidad había informado su interés por comprar esa parte conocida como “buena”.
Recibida esta única oferta, el siguiente paso es analizarla y negociar. Esta próxima etapa podría tardar aproximadamente dos semanas. El equipo resolutor no descarta que en este lapso pueda aparecer otra entidad interesada.
La parte mala será administrada a través de un fideicomiso con el que se pretende mejorar las condiciones y, posteriormente, venderla. Depende de esta segunda venta que los socios pueden recuperar aunque sea un porcentaje del capital social.
