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Metas equivocadas del comportamiento

Natalia Calderón para El Observador Detrás de todo comportamiento inadecuado de cada niño (comúnmente llamado “mal comportamiento infantil)” hay una…

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Metas equivocadas del comportamiento
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Natalia Calderón para El Observador

Detrás de todo comportamiento inadecuado de cada niño (comúnmente llamado “mal comportamiento infantil)” hay una demanda innata insatisfecha que tiene su raíz en la necesidad de sentirse amado e importante para su familia.

Es lo que en Disciplina Positiva llamamos necesidad de “Pertenencia y Significancia”.

Cuando los niños no sienten esa conexión con sus padres, comienzan a sentirse mal y por tanto a comportarse mal.

El rechazo o la mala respuesta que los padres podemos llegar a dar cuando ellos se portan inadecuadamente, los aleja y desalienta, por tanto el mal comportamiento se hace reincidente contrariamente a lo que deseamos.

Es fundamental saber cuál es la meta que motiva el comportamiento de nuestro hijo, solo tenemos que mirar las consecuencias, es decir, qué provoca en nosotros y en ellos mismos, en otras palabras qué consigue con ese comportamiento.

Estas 4 metas son:

Atención: Es el deseo de todo niño, tener la atención de sus seres queridos. Generalmente buscan llamar la atención de manera adecuada; sin embargo, si sienten que lo que hace no tiene efecto, entonces prueban con el mal comportamiento, lo que generalmente les da buenos resultados. El mensaje es “soy importante sólo cuando tengo tu atención”

Poder: El niño busca sentirse importante haciendo lo que él quiere. Los padres suelen discutir con el niño, él se torna provocador, los padres se descontrolan y entran en una lucha por el poder. En este caso, el mensaje es “soy importante sólo cuando tengo el control, estoy al mando o cuándo gano”.

Revancha: En este caso, el niño se siente herido, resentido, desplazado, que no es importante. A través de su comportamiento revanchista devuelve el daño que “cree” le han hecho. El mensaje es “me duele no ser importante, por eso te lastimo”

Insuficiencia: El niño que demuestra insuficiencia, responde pasivamente o no responde a nada, anticipa sus fracasos y se rinde con facilidad. Hay niños que tienen la creencia que realmente no pueden hacer nada y otros se han dado cuenta que demostrando insuficiencia logran atraer la atención de los padres. en ambos casos, el mensaje es “solo si necesito tu ayuda, seré importante”

¿Qué hacer?

Cuando la meta de nuestro hijo sea Atención. Tratemos de involucrándolo en una actividad útil dónde le demos el mensaje de “te amo por eso dedico un tiempo importante contigo”.

Cuando la meta sea Poder, evite pelear y rendirse. En vez de eso, sea firme y amable y al mismo tiempo darle opciones razonables y limitadas para que él elija. De esta manera se  evita la lucha de poder.

Cuando la meta sea Revancha, aborde los sentimientos de resentimiento y dolor. Evite los castigos. En vez de eso, enfóquese en la solución de problemas involucrando al niño incrementando su sentido de pertenencia.

Y si la meta de nuestro hijo es la Insuficiencia promueva su independencia a través de pequeñas tareas en dificultad creciente. Evite la sobreprotección que lejos de ayudar lastima y vulnera su autoestima.

En todos los casos, no olvide se ser AMABLE y FIRME al mismo tiempo.

La amabilidad es importante por el solo hecho de mostrar respeto por nuestro hijo. La firmeza es importante en tanto muestra respeto por nosotros mismos y porque la situación en sí misma lo amerita.

Y en cada acto… dele a su hijo el mensaje ME IMPORTA, mensaje que va más allá de las palabras.