Rodrigo Díaz
El Ministerio Público acusará a Eduardo Li Sánchez, expresidente de la Fedefutbol, y a Rafael Vargas Brenes, exsecretario general de ese organismo y actual alcalde de Goicoechea, por el presunto delito de administración fraudulenta por el que la federación habría sido perjudicada con $172 mil.
Por su parte, la Federación actuará como querellante y actor civil en el proceso que se seguirá a ambos exfederativos, señaló la Federación en un comunicado de prensa.
La causa nació a raíz de que el actual jerarca de la Federación, Rodolfo Villalobos, interpuso una denuncia para determinar si hubo actuaciones irregulares en contra de la Federación.
El pasado jueves, el Ministerio Público presentó formalmente la acusación contra Li y Vargas, la cual fue conocida por los representantes a la Asamblea General celebrada el pasado viernes.
Li había sido detenido en mayo de 2015, en Suiza, junto a otros miembros de la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA), en el llamado Fifagate. A Li se le ligó con actos de corrupción
En ese momento, Li admitió ante la justicia de Estados Unidos haber recibido comisiones ilegales de hasta 668.000 dólares y haberse apropiado de fondos de la FIFA, por contratos de patrocinio y dineros recibidos por la organización del mundial infantil femenino jugado en nuestro país en 2014.
Por estos hechos, el exdirigente fue extraditado a Estados Unidos donde se le realizó un juicio donde se declaró culpable y cumplió una condena en una cárcel de Nueva York. En noviembre de 2018, Li fue liberado bajo fianza, estuvo recluido en una casa en Miami durante un año, donde luego obtuvo el permiso para volver a nuestro país.
Por su parte, Rafael Vargas fue separado indefinidiamente como secretario de la Fedefutbol en octubre de 2016, con el fin de iniciar una investigación a lo interno.
Rodrigo Díaz
