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Ministro de Seguridad: “No tenemos un testigo presencial que nos diga exactamente lo que ocurrió”

El no contar con testigos en la escena del crimen en Pocosol dificulta la labor del Organismo de Investigación Judicial…

Por Katherine Ulate A.

Tiempo de Lectura: 5 minutos
Ministro de Seguridad: “No tenemos un testigo presencial que nos diga exactamente lo que ocurrió”
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El no contar con testigos en la escena del crimen en Pocosol dificulta la labor del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y del Ministerio de Seguridad Pública para esclarecer los hechos que mediaron en la muerte de tres oficiales de la Policía Fronteriza.

Así lo manifestaron los titulares de ambas instituciones este lunes, pese a que el domingo trascendió que uno de los policías habría matado a los otros dos y luego se suicidó.

Las autoridades dijeron que no pueden dar una versión definitiva de lo ocurrido la madrugada del domingo en la que los exfuncionarios fallecieron debido a impactos de bala.

El ministro de Seguridad Pública indicó que se está a la espera de la investigación judicial que “establezca los parámetros más certeros de las circunstancias. Don Walter (Espinoza) decía algo muy claro, no tenemos un testigo presencial que nos diga exactamente lo que ocurrió, pero cuando ellos hagan un informe penal, valoraremos algunas circunstancias”.

Entre las circunstancias que estarían por verse, está valorar la posibilidad de sentar responsabilidades en instancias superiores de los policías fallecidos.

Pericias serán clave

Walter Espinoza, director del Organismo del OIJ, explicó que se encargan de comprender “cuál fue el factor que determinó en las circunstancias, incluso el momento en que acontecen los disparos, cual es la interacción que surge como consecuencia de este hecho. Les repito que el asunto no es de sencilla resolución, pero si vamos a lograrlo esclarecer cuando ya tengamos las experticias establecidas (…) sin embargo, nosotros no podemos hacer afirmaciones hasta que no hayamos concluido con la parte de las pericias”.

Según el experto en seguridad Ávaro Ramos, el análisis de las balas será fundamental para ir esclareciendo los hechos y avanzar en la investigación.

“Vamos a revisar qué es lo que ocurre en la zona, estamos hablando de que es una zona distante, una zona donde el tema de la supervisión no es tan sencillo, vea que de Ciudad Quesada hasta la delegación de Crucitas son muchísimas horas”, aseveró Soto.

Sobre esta línea, Ramos destacó también la complejidad que presenta la seguridad en la zona. “No podemos obviar los problemas mayores que se han presentado en seguridad. Hay crimen organizado, tenemos indicios de que ahí hay narcotráfico, hay cuatrerismo y por supuesto el problema de Crucitas”, enlistó.

Todo pasó en horas laborales

El sábado, los tres oficiales empezaron su jornada a las 3:00 pm. Como son jornadas de 12 horas, terminarían su turno a las 3:00 a.m. A las 6:30 p.m., luego de una diligencia en la fiscalía de San Carlos se supo de ellos y luego volvieron a reportarse a las 9:00 p.m.

Cinco horas y 40 minutos después, a las 2:40 a.m., el OIJ recibió el reporte por parte de la Fuerza Pública del aparente accidente de tránsito. En otras palabras, entre el reporte de los oficiales de las 9:00 pm y las 2:40 a.m., las autoridades no tienen registro de su paradero, pese a estar aún en horas laborales.

Antes del acontecimiento, los oficiales de la Policía Fronteriza trasladaron a unos coligalleros que fueron sorprendidos extrayendo oro de Crucitas. Los sospechosos fueron entregados a la Fiscalía de San Carlos aproximadamente a las 6.30 p.m. del sábado.

Espinoza señaló que han logrado determinar que “como parte del protocolo de trabajo, una vez que finalizaba el cumplimiento de la Fuerza Pública, ellos debían comunicar a la central que habían concluido con su labor y que ya se trasladaban a su base, se iban para Crucitas nuevamente. Estamos hablando de que en ese trayecto se tardan tres horas y media o cuatro horas, sin embargo, logramos determinar que ellos reportaron que habían concluido con sus labores a las 9:00 p.m”.

Durante ese lapso de tres horas en que no se comunicaron (6:00 p.m. a 9:00 p.m.), los testimonios de diferentes personas insinuaban que los implicados se desplazaron a un local comercial, ubicado en la ruta de vuelta a Crucitas, de acuerdo a lo que dice el director del OIJ.

Habrían consumido alcohol

“Efectivamente ellos habían arribado a un local comercial que está ubicado en la ruta que ellos tenían con dirección a Crucitas y, concretamente, que se ubica en un sitio conocido como El Concho. En este lugar hay un bar donde dispensan bebidas alcohólicas, tenemos noticias aportadas por varios testigos que los tres visitaron el lugar, los tres consumieron bebidas alcohólicas y que se retiraron del sitio aproximadamente a las 12 de la noche”, agregó el director del OIJ.

Luego, el OIJ recibió el reporte por parte de la Fuerza Pública del aparente accidente de tránsito a las 2:40 a.m.

“Cuándo nosotros nos presentamos al lugar, íbamos con la intención y la preparación de atender un accidente de tránsito (…) Pasamos de un accidente de tránsito a, eventualmente, un homicidio porque había impactos de bala (en los fallecidos)”, comunicó Espinoza al referirse a los acontecimientos.

El director del OIJ aseguró que el vehículo de los oficiales no contaba con impactos de bala en el exterior ni en el interior, así como tampoco se encontraron manchas de sangre “que indiquen que hubo una balacera o proceso de enfrentamiento”.

Sobre la versión oficial de que uno de los fallecidos habría provocado el incidente, el experto Ramos señala que será fundamental analizar los antecedentes que cada uno tuviera dentro de la Fuerza Pública a raíz de lo cual podrían sentarse responsabilidades.

En caso de confirmarse esta teoría, Ramos plantea dos escenarios. Por el lado penal el proceso estaría finalizado, mientras que en la vía civil el Estado estaría siendo señalado por no tener la correcta vigilancia en la posesión de armas y en la supervisión de sus funcionarios de seguridad.

Sobre los señalamientos de un supuesto consumo de alcohol o presencia en un bar, Ramos cuestiona que no se hayan puesto a circular fotografías o videos.

“Veo un poco difícil que uniformados y armados o solo uniformados estuvieran por largas horas tomando licor y bailando en un bar. Inmediatamente, dadas las situaciones sociales y de seguridad que se presentaron en la zona, alguien les hubiera tomado rápidamente con cualquier teléfono un video que se hubiera distribuido masivamente. Ya nos hubiera aparecido ese video de las personas tomando con la patrulla afuera de un bar”, indicó.

Por ayuda psicológica le retiraron el arma un mes

En cuanto a la atención dada a los oficiales, el Ministro de Seguridad testificó que dos de los fallecidos, solicitaron atención psicológica, por situaciones personales, el año pasado.

Sin embargo, a uno de ellos, al momento de la valoración “se le retira el arma de forma preventiva por un espacio de poco más de un mes y posterior a esto se le hace una valoración de un profesional en psicología. Se le hace una serie de test oficiales para valorar situaciones de riesgo y demás y ahí es donde se da la recomendación por parte del profesional de la evolución del arma en uno de ellos”.

Allan Obando, director de la Policía Fronteriza, estima que a los compañeros de los afectados se les brindará atención psicológica por lo sucedido este fin de semana.

Por otra parte, la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) asegura que la atención psicológica no es la adecuada.

Minor Anchía, de la seccional de ANEP en la Fuerza Pública, denuncia falta de atención por parte de las autoridades y como ejemplo cita que “el 14% de la población policial tiene problemas de desintegración familiar, pero el departamento técnico dice que eso no es una alerta”.

Colaboró el periodista Tomás Gómez.

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