Molusos como pianguas, ostras y mejillones que se extraigan del Golfo de Nicoya sí son aptos para el consumo humano.
Así lo estableció el Servicio de Salud Animal (Senasa) tras una actualización de la veda por marea roja que se extiende por la costa del Pacífico.
Pese a que esta veda se mantiene, los especialista de Senasa encontraron que los moluscos de sitios como Costa de Pájaros, Punta Morales e Isla Venado no tienen toxinas en su carne. Esto se determinó según muestreos hechos en laboratorio.
De ahí que se estableció una línea imaginaria dentro del Golfo de Nicoya, desde Puntarenas hasta el atracadero del ferry de Playa Naranjo. Todo lo que se extraiga dentro de esa línea sí puede extraerse y venderse para su consumo, explicó Oliveth Cruz, director nacional de Inocuidad de Senasa.
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No obstante, sí se mantiene la veda para el resto del Pacífico Central y Norte. Esto va desde Dominicalito hasta la frontera con Nicaragua, señaló Cruz, a causa de la marea roja.
“Es importnate entender que esta medida se mantendrá hasta tanto no cambien los resultados de análisis de laboratorio, en cuyo caso se avisará oportunamente”, señaló el funcionario.
La veda preventiva se aplica desde diciembre del año pasado.
La marea roja es un fenómeno natural que se produce por un aumento de la población de algún tipo de microalga. Esto se debe a diferentes factores oceánicos como temperatura, luminosidad, salinidad, cambio de corriente, entre otros.
En algunos casos estos podrían producir distintas toxinas dañinas que pueden ser ingeridas por moluscos bivalvos (piangua, mejillones, ostras) y quedar alojadas en ellos.
Cuando se consumen estos productos, las personas también ingieren la toxina lo que puede provocar daños en la salud. Los efectos van desde trastornos digestivos o neurológicos hasta la muerte.