AFP
El marido de la reina Isabel II, el príncipe Felipe, de 99 años, que había sido hospitalizado recientemente y sometido a una intervención cardíaca con éxito, falleció el viernes. Así lo anunció este viernes el Palacio de Buckingham.
“Con profundo dolor, su majestad la reina anuncia la muerte de su amado esposo, su alteza real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo”, afirmó un comunicado. “Su alteza real ha fallecido en paz esta mañana en el Castillo de Windsor”, precisó.
El hecho ocurrió tres semanas después de que el duque de Edimburgo regresó al castillo de Windsor. Esto luego de permanecer un mes hospitalizado.
En aquel entones, el príncipe Felipe salió del centro médico King Edward VII de Londres vestido con camisa blanca, jersey color crema y sin mascarilla.
El esposo de la reina Isabel y padre del príncipe Carlos está retirado de la vida pública desde el 2017.
Quebranto de salud
El príncipe consorte, que en junio cumpliría 100 años, ingresó al centro el 16 de febrero como “medida de precaución” tras haberse sentido mal.
Ante las especulaciones y preocupación por su avanzada edad, la casa real informó pocos días después de que la hospitalización no estaba relacionada con el covid-19, sino que se debía a una infección.
Bajo una fuerte expectación mediática, a principios de marzo se le trasladó del pequeño y elegante King Edward VII al gran hospital público St Bartholomew. Se trata de un hospital que cuenta con una unidad especializada en enfermedades cardiovasculares.
Allí se le sometió a una operación quirúrgica “para tratar una enfermedad cardíaca preexistente”. Esto antes de regresar en ambulancia pocos días después al hospital que finalmente abandonó el 16 de marzo.
En las últimas semanas, varios miembros de la familia real se habían esforzado por tranquilizar a la opinión pública sobre su estado. Entre ellos el príncipe Guillermo, de 38 años y Camila, segunda esposa de Carlos.
Debido a la pandemia de coronavirus, la reina, de 94 años, y su esposo habían estado el último año confinados en el palacio de Windsor.
La monarca ha mantenido su agenda oficial en gran medida por videoconferencia. Esto tras ser vacunada contra el covid. Y no visitó al duque durante su hospitalización.
Príncipe consorte y rey de lo políticamente incorrecto
El príncipe Felipe de Edimburgo pasó más de seis décadas a la sombra de su esposa, la reina Isabel II. Y lo hizo con gran lealtad y una propensión a mostrarse poco respetuoso de lo políticamente correcto.
“Es mejor desaparecer que alcanzar la fecha de caducidad”, dijo hace unos años con su particular sentido del humor.
Si su esposa, que llegó al trono en 1952, batió todos los récords de longevidad como monarca, Felipe se convirtió en el consorte que más años ostentó ese honor. Lo era desde 2009, cuando superó a Carlota, la esposa de Jorge III.
Esta foto se tomó el 9 de setiembre de 1960 y aparecen el duque de Edimburgo, la reina Isabel II y sus tres hijos. Carlos (derecha), Ana (izquierda) y Andrés en el castillo de Balmoral. AFP
“Es mi roca. Ha sido mi fuerza y mi sostén”, dijo una vez la reina, poco proclive a hacer demostraciones de cariño en público.
En 2017 se retiró de las actividades públicas tras haber participado en más de 22.000 actos oficiales.
Pero su principal valor era ser “el único hombre del mundo en tratar a la reina como un ser humano, de igual a igual”, explicó una vez Lord Charteris, exsecretario privado de la monarca.
Alto y tieso, siempre detrás de la reina como exige el protocolo, Felipe asumió con mejor o peor disposición su papel de secundario.
Según admitió, le hicieron falta años de aprendizaje para encontrar su lugar a la sombra de Isabel II. Pero también en el corazón de los británicos. Sin embargo, disfrutó de un alto índice de popularidad al igual que su esposa.
A menudo intentó salirse con la suya, pero acabó entrando en razón.
Como en enero de 2019, cuando un accidente de tráfico reveló que seguía conduciendo a los 97 años.
Pese a las críticas, volvió a tomar el volante dos días después y sin llevar el cinturón de seguridad. Pero tres semanas más tarde cedió a la presión y entregó su permiso de conducir.
