Visión País

Negarse a hacer la alcoholemia implica una multa igual que dar positivo, advierte Tránsito

por Mariana Mena
Observador CR

Negarse a hacer la espiración de aire por petición de la Policía de Tránsito, implica una multa de ¢367.000 y acumula 6 puntos de la licencia, el mismo castigo que dar positivo.

Además, la persona deberá realizar un curso de reeducación vial para poder renovar la licencia.

Así lo alertan las autoridades ante los altos índices de detenidos y multados por conducir bajo los efectos del alcohol.

Según datos del 2022:

“Tenemos la satisfacción del deber cumplido, al detectar a estas personas, pero, lamentamos que sean tantos los que insisten en conducir bajo esta condición, qué refleja un alto sentido de irresponsabilidad”, indicó Felipe Venegas, de la Policía de Tránsito.

OBSERVE MÁS: Multas de tránsito aumentaron 10% desde este 1 de enero; las más altas son de ¢367.000

Lo que dice la ley

De acuerdo a lo que establece la Ley de Tránsito, conducir bajo los efectos del licor es una multa tipo A y los máximos de alcohol permitidos varían según el conductor, si es particular o novato.

Conductores particulares, los niveles con los que se considera estar bajo los efectos del alcohol son de 0.50 a 0.75 gramos en la prueba de espiración de aire, o entre 0.25 y 0.38 miligramos en la prueba de sangre.

Para los conductores profesionales (laborales) y novatos (jóvenes) el nivel permitido es más bajo. Entre 0.20 y 0.50 gramos o entre 0.10 y 0.25 miligramos, según la prueba.

De esa forma, superar los 0,75 gramos o 0,38 mg. en caso de conductores particulares o superar los 0,50 gramos o los 0,25 mg. en caso de conductores profesionales y novatos implica una sanción penal.