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Netflix: Los favoritos de Midas

@Popcorn506 para El Observador Los estrenos de Netflix siguen su ritmo imparable y parece que la plataforma le ha tomado…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Netflix: Los favoritos de Midas
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@Popcorn506 para El Observador

Los estrenos de Netflix siguen su ritmo imparable y parece que la plataforma le ha tomado el gusto al formato de las miniseries o de las temporadas cortas.

Decimos esto porque, en el caso reciente de The Queen’s Gambit, que ha supuesto un gran éxito para la compañía.

El formato inicial era una temporada cerrada de 7 capítulos, trasladando lo que se narraba en el libro original. Pero los rumores, y suponemos también que la rentabilidad económica, ya están proyectando una segunda temporada en la que las aventuras de Beth sigan su curso.

Otra serie que tendría continuidad

En este caso que ahora nos ocupa, Los favoritos de Midas, el final, sin ser explícitamente abierto, sí se mostraba un poco más apto a la continuación. Y parece que así será.

Entendemos que en el caso de no haber significado un mínimo de éxito para Netflix, no se estaría planteando esta cuestión. Pero parece que va a ser así y las causas de este éxito son lo que nos trae aquí hoy.

Creada por Mateo Gil y Miguel Barros, dirigida por Gil, cineasta de consistente trayectoria desde hace un par de décadas y colaborador habitual de Alejandro Amenábar, Los favoritos de Midas se presenta con el estilo habitual de thriller e intriga que tan de moda se ha puesto en los últimos tiempos.

Nos cuenta la historia de Víctor Genovés, líder de un grupo de comunicación que ha heredado recientemente. Y de la extorsión que comienza a sufrir de un poderoso grupo secreto, llamado los favoritos de Midas.

Estos le exigen la entrega de una importante suma de dinero y, de no completarse, irán matando a una persona al azar durante las fechas estipuladas.

Esta historia está basada en un libro escrito hace más de un siglo por Jack London, llamado ‘The Minions of Midas’ y, la verdad, nadie puede objetar nada al planteamiento de la trama principal.

Porque, si el protagonista es alguien poderoso, los extorsionadores son un grupo de personas que parece situarse por encima del bien y del mal. Porque cualquiera de sus actos escapa al control legal y tecnológico que se pueda aplicar y la información privilegiada con la que cuentan parece inalcanzable para otras personas.

La clave de esta historia

Esta es la clave de que la historia funcione. Un enemigo que, a toda vista, es completamente imbatible. Un reto que parece imposible de superar. Una montaña que, cuando estás a punto de llegar a la cima, crece unos metros más.

Los personajes principales en esta serie de capítulos son el propio Víctor Genovés, encarnado por Luis Tósar; la periodista Mónica Báez, interpretada por Marta Belmonte, y el inspector de policía Conte, al que presta rostro Guillermo Toledo.

En nuestro punto de vista, son los dos actores masculinos los que elevan el tono, más experimentados y acostumbrados a papeles consistentes. Se puede decir que da gusto verlos actuar, con momentos cumbre de tensión en los que sacan todo su talento.

En lo que respecta al guion, si bien el conjunto general está muy estructurado y el ritmo que se consigue es ideal para este tipo de series, hay detalles a corto que pueden chirriar un poco más. Es el caso de algunos diálogos y de algunas subtramas que resultan inocentes, tópicas o, directamente, fuera de lugar con respecto al conjunto de la obra.

Pero el suspenso que se obtiene y el alto nivel que va adquiriendo según avanza la historia hace que los capítulos finales se consuman a velocidad de vértigo y que, claramente, todos estemos pensando en cómo va a continuar esta historia. El rostro de Víctor Genovés puede ser uno de los que marquen los siguientes meses en lo que respecta a las producciones creadas fuera de Estados Unidos y que empiezan a tener un gran reconocimiento internacional.

El relato de Jack London, en el que se basa la historia, apenas tiene siete u ocho páginas que ya se han explorado en estos seis episodios. Parece poco probable que vayan a obtener más material de esta fuente.

Pero también es cierto que, Mateo Gil y Miguel Barros han conseguido convertir esas pocas páginas en seis horas de narrativa televisiva, no nos cabe la menor duda de que podrían sacarse de la manga una segunda temporada simplemente siguiendo las líneas marcadas por la primera y seguir aportando su imaginación, talento y reflexión social.