Paula Ruiz
El Observatorio Ciudadano COVID-19 de Nicaragua reportó -en su informe semanal del 28 de mayo al 3 de junio- un acumulado de 5.027 casos de personas positivas con el nuevo coronavirus y un total de 1.114 muertos.
Las cifras distan de las reportadas por el Ministerio de Salud (Minsa), que solo contabiliza 1.118 casos y 46 fallecidos.
Sin embargo, el Observatorio -identificado como un equipo multidisciplinario compuesto por médicos y voluntarios centrados en la vigilancia epidemiológica comunitaria- registra cifras mucho más elevadas a las emitidas por los dirigidos por Daniel Ortega.
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De los 5.027 casos totales, el Observatorio señala que los departamentos o regiones con mayor registro son:
- Managua: 1.859
- Masaya: 400
- Matagalpa: 340
- León: 247
- Chinandega: 207
- Granada: 121
- Estelí: 104
Solo durante esta última semana se reportaron 102 casos, en su mayoría personas que estuvieron en aglomeraciones, entierros clandestinos y “arbitrariedades en otras instituciones del Estado”.
Y es que el gobierno sandinista se ha negado a seguir los lineamientos y recomendaciones emitidos por la Organización Mundial de la Salud en cuanto a promover el distanciamiento social y el uso de mascarillas. La administración de Ortega ha insistido en llamar a la población a conciertos, ferias o turnos, actividades deportivas y hasta marchas o inauguraciones de obras públicas.
Teñido de muerte
Ahora bien, de los 1.114 muertes reportadas por este equipo multidisciplinario, se especifica que 1.015 casos fueron catalogados como sospechosos por COVID-19 y 99 categorizados como fallecimiento por neumonía, según los registros oficiales.
Estas muertes han tenido lugar en todos los 17 departamentos y regiones autónomas del país vecino, pero concentrando una mayoría en Managua con 517, Masaya con 152, León registra 88 y Chinandega 84.
Dentro de las situaciones que está registrando ese país, están los entierros clandestinos en 16 de los 17 departamentos.
El Observatorio Ciudadano registra 1.114 muertes en Nicaragua, producto de la pandemia por la COVID-19. (Photo by INTI OCON / AFP)
De atender a ser atendidos
En la primera línea de atención están los médicos en Nicaragua, al igual que en el resto del mundo.
Sin embargo, el personal de salud ha reclamado la falta de protección para atender a pacientes contagiados. De hecho, para evitar la exposición al nuevo coronavirus, optan por comprar por sus propios equipos.
Pero no todos tienen las mismas condiciones. El Observatorio reportó que hasta el 3 de junio, se registró la muerte de 48 profesionales sospechosos con COVID-19:
- 18 médicos
- 12 de enfermería
- 7 personal administrativo
- 2 visitadores médicos
- 2 laboratoristas
- 7 categorizados como otros (entre ellos, personal técnico)
Solo el miércoles anterior, se registró el deceso de cinco profesionales de la salud con síntomas asociados a este virus.
Desde el lunes anterior, las asociaciones médicas llamaron a la población a una cuarentena voluntaria, sin embargo, su acatamiento es complejo debido a que una mayoría de la población depende de trabajos informales diarios.
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De acuerdo con la Organización Paramericana de la Salud (OPS), Nicaragua registra contagio comunitario, etapa en la que se desconoce el nexo de contagio.
La Organización advirtió que será difícil controlar la pandemia en el país vecino, sin medidas de contención fuertes.
Mientras la mayoría de países en el mundo se sumieron en una cuarentena, Ortega por el contrario, hacía llamados a asistir a actividades masivas.
El sábado 14 de marzo, Daniel Ortega y Rosario Murillo, pidieron a la población asistir a la marcha “amor en tiempos del COVID-19”.
Repercusión en Costa Rica
El ministro Salud, Daniel Salas, advirtió el 27 de mayo anterior que la alta transmisión del nuevo coronavirus en Nicaragua es el principal riesgo sanitario que enfrenta Costa Rica.
«Nuestro principal riesgo sanitario en este momento es el alto nivel de circulación del virus que existe en el vecino país de Nicaragua», expresó Salas en la conferencia de prensa diaria sobre la COVID-19.
«La circulación que tenemos en el país hermano de Nicaragua pone una carga adicional en el riesgo de que tengamos una transmisión incrementada en nuestro país», agregó Salas.
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En los últimos días, se registra un incremento de casos en cantones y zonas fronterizas con Nicaragua.
«Sabíamos que esto era un riesgo y que en algún momento se iba a materializar, así que todo ese despliegue hacia las fronteras, todo el manejo incluso en esos centros de salud para manejar de la forma más oportuna y completa esta situación que claro que es real, que tenemos en este momento y tenemos que afrontar, lo teníamos previsto desde hace ya tiempo atrás», señaló el Ministro.
El Gobierno endureció las medidas sanitarias en distritos y cantones como La Cruz, Upala, Los Chiles, Guatuso, Sarapiquí y San Carlos, producto del incremento en el número de casos.
Policías costarricenses abordan a extranjeros en la línea fronteriza con Nicaragua. (Cortesía | Ministerio de Seguridad Pública)
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