Tomás Gómez
Para dimensionar los desafíos hacia una igualdad real, la representante de Naciones Unidas en Costa Rica, Allegra Baiocchi explica que hay índices en los que las mujeres ticas y las africanas lidian con igual afectación.
“Yo antes de trabajar en Costa Rica estaba en Camerún y lo que me chocó es que el dato de la violencia contra las mujeres aquí es el mismo que allá. Casi el 30% han sufrido un acto de violencia”, dijo.
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Aunque destaca que en otros ámbitos Costa Rica tiene datos mucho más positivos que otros países, la diplomática sintetiza en 6 puntos algunos de los flagelos con los que el sector femenino de la población aún debe lidiar:
- Violencia: los femicidios siguen al alza y las denuncias telefónicas por violencia subieron a 18.000, en el entendido de que existe una amplia cifra sin elevar su queja.
- Desempleo: datos del INEC confirman mayor incidencia del desempleo en las mujeres. Con ello se afecta el empoderamiento y la independencia financiera.
- Cuido: el peso social del cuido y labores del hogar sigue recayendo en las mujeres y las políticas públicas hasta ahora intentan incidir.
- Educación: el cierre de escuelas y colegios afectará a futuro la educación y en la actualidad potencia flagelos como el embarazo adolescente, la trata y la explotación. “Las niñas son mucho más vulnerables en las casas”, indicó la representante de la ONU.
- Derechos sexuales y reproductivos: aunque hay avances en la legislación estos son vulnerables a los escenarios políticos.
- Representación política: en algunos espacios, como las alcaldías, las mujeres siguen relegadas a cuotas mínimas de representación.
Lo que Costa Rica puede mejorar (y lo que hace bien)
De acuerdo con Baiocchi hay dos elementos que destacan en el respaldo a las mujeres costarricenses: la institucionalidad y los liderazgos femeninos.
Estos, sin embargo, chocan con el desafío de los escenarios económicos y políticos actuales.
“Puedes decidir que hay una ley o un plan pero después para implementarlo vas a necesitar capacidad y recursos; hoy el desafío es la coyuntura del país”, señaló la representante.
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Además, enfatizó en la necesidad de comprender la diversas situaciones que enfrentan las mujeres, de forma que se impacte con soluciones a cada una.
“Es demasiado fácil para la institucionalidad poner a todas dentro de un lote y decir “ok, vamos a trabajar el tema de la mujer””, explicó.
“Cuando se habla de mujeres no se puede hablar de una mujer. Hay que mirar cuáles son las particularidades propias de las mujeres indígenas, de las afrodescendientes, la mujer migrante nicaragüense”, citó.
Pandemia tomó fuerza contra las mujeres
El covid-19 ya dejó su huella y de cara al futuro amenaza con profundizarla sobre todo en las mujeres.
La ONU advierte que si bien la pandemia aceleró las afectaciones, la desigualdad ya tenía niveles graves en Costa Rica.
“El covid-19 evidenció lo que ya estaba pero fue un shock para muchos ver otra cara del país que ya existía; puso una luz sobre la desigualdad, la inequidad y la pobreza que ya existían y las empeoró”, dijo Baiocchi.
Como ejemplo principal, la representante citó la educación: inicialmente miles de niños quedaban afectados por no poder atender clases virtuales y ahora otro tanto no puede retomar lecciones presenciales por falta de agua en las escuelas.
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Tras recordar cómo la pandemia se ensañó con las mujeres al aumentar sus vulnerabildades y recargarles otras labores, Baiocchi insiste en que es por ello que haya un componente femenino en el proceso de recuperación.
“La recuperación del covid tiene que ser una oportunidad para hacerlo distinto a lo anterior. No es volver a lo de antes sino volver mejor”, concluyó.
