Tomás Gómez
El 20 de enero Joe Biden jurará como presidente de Estados Unidos y junto a él lo hará la vicepresidenta Kamala Harris.
Junto a su carrera como fiscal y senadora, Harris llega con una lista de atestados nunca vistos en el cargo: será la primera mujer, la primer afrodescendiente, la primer hija de migrantes y la primera persona de origen asiático en llegar al cargo.
Todos ellos fueron motivos que influyeron su discurso de este sábado tras confirmarse su elección.
“Puedo ser la primera mujer en esta oficina, pero no seré la última, porque todas las niñas que miran esta noche ven que este es un país de posibilidades”, aseveró en el momento más emotivo de su discurso.
Harris, sin embargo, habló también sobre las amenazas que tuvo la democracia en los últimos años.
“La democracia no es un estado, es un acto, no está garantizada”, dijo citando al líder John Lewis.
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La nueva vicepresidenta cerró sus palabras agradeciendo la organización que permitió el triunfo de Joe Biden.
“Durante 4 años ustedes se organizaron para buscar la equidad y fueron a votar y mandaron un mensaje muy claro: escogieron la decencia, la ciencia y la verdad”, concluyó.
La vicepresidenta que no era política
Antes de pasar al escenario político, Kamala Harris desarrolló una amplia carrera en la rama judicial.
De 56 años, Harris nació en California en 1964 en un hogar integrado por el economista jamaiquino Donald Harris y la médica india Shyamala Gopalan.
La ahora vicepresidenta se desvinculó de su estado solo durante un periodo en los 70 cuando su madre se trasladó a trabajar a Canadá y durante sus estudios universitarios.
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Harris cursó primero estudios en Ciencias Políticas y Economía en la Universidad Howard de Washington y luego se graduó como abogada en la Universidad de California.
En su versión de jurista arrancó como fiscal del Condado de Alameda, para asumir luego el cargo en la ciudad de San Francisco y acabar como fiscal general estatal.
Dejó el cargo en 2017 para pasar a ser senadora, un cargo donde aumentó su visibilidad y emprendió la carrera presidencial.
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Sin éxito, Harris abandonó la contienda pero se ganó un lugar en la papeleta como vicepresidenta.
Su currículum tendrá ahora un nuevo cargo donde se da por descontado que será solo la antesala para intentar llegar luego a la Oficina Oval.
