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Nobody, locura de cine de acción

@Popcorn506 para El Observador Los que amamos el cine de acción y entretenimiento a la antigua usanza lo seguimos echando…

Por Blog

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Nobody, locura de cine de acción
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@Popcorn506 para El Observador

Los que amamos el cine de acción y entretenimiento a la antigua usanza lo seguimos echando de menos. El de hace poco, en la gran pantalla, y el de hace mucho, en el que todo se centraba en divertir al espectador.

Aquellos años ochenta y noventa, en los que las películas de acción resultaban tan fáciles de ver como divertidas de repetir, han de ser la inspiración para los cineastas que quieran hacerse un hueco en un mundo lleno de competencia, cada vez mayor.

Y esto es a lo que se dedica Ilya Naishuller, director de Nobody, la última gran locura del cine de acción de Universal Pictures.

Nobody es una cinta contundente, atrevida y directa. Desde los primeros compases, en los que una fotografía dura y gris, que recuerda a ese cine ruso que de vez en cuando se asoma por aquí, nos anticipa que esta no es una peli para ojos sensibles. Nos vamos adentrando en una historia que tiene sus pequeñas cotas de sorpresa y sus enormes dosis de acción.

Hutch Mansell es un hombre con una vida rutinaria, anodina, de los que fichan todos los días puntualmente en la oficina y hace un trabajo completamente rutinario, aburrido y tedioso.

Tanto es así que, durante un ataque de unos ladrones a su casa, se muestra incapaz de reaccionar y defender a su familia. Esto supone un antes y un después en su relación con su hijo mayor y con su cuñado, que le demandan haber tenido más valor para enfrentarse a los agresores.

La situación se vuelve tan incómoda en casa que, repentinamente, Hutch decide jugar el partido de vuelta y recuperar su honor y su orgullo.

Lo que no se espera es que su reacción acabe ocasionando un conflicto de grandes dimensiones con la mafia rusa, lo que desembocará en una tremenda guerra sin cuartel.

No vamos a decir que Nobody es una película novedosa ni sorprendente. Este esquema ya lo hemos visto en muchas otras ocasiones y tampoco hay ningún aporte significativo en lo que se refiere al género de acción, crimen o venganza.

Ni siquiera el perfil de Bob Odenkirk como tipo discreto y persona media que no destaca es algo sorprendente. Este arquetipo de héroe tuvo su cumbre décadas atrás con el ya clásico John McLane de Die Hard.

Un héroe que está hecho de carne y hueso, no es invencible y no es comparable a los súper de los cómics de Marvel y DC. Hutch no es un dios todopoderoso y eso, como ha sucedido en tantas películas en los últimos años, le añade un realismo y una emoción muy eficaces.

Y esta es la palabra clave: eficacia. Porque si de algo puede presumir Nobody es de, precisamente sin salirse de las reglas de su género, funcionar como un reloj, con todas las piezas perfectamente acompasadas.

La dirección marca un ritmo muy rápido que, sin llegar a ser extenuante, resulta adictiva y entretenida. El tono general de la película es bastante dinámico, y aquí apenas hay momentos de relajación o escenas de esas que muchas veces rompen con el conjunto bajo la intención de mostrar el interior de los personajes.

Aquí, todo eso se traduce en tres o cuatro explicaciones sutiles por parte de Hutch ante alguno de sus rivales y por alguna conversación con su padre (Christopher Lloyd), que le da un punto genial, casi cómico, a su trama.

Qué gran acierto contar con él y el modo en que se comporta su personaje. Además de este, otros actores reconocidos como RZA, Connie Nielsen, Michael Ironside o Aleksey Serebryakov, le dan bastante empaque al conjunto de la película.

Sin duda, un título muy recomendable para los amantes del cine de acción puro y duro. Con hombres duros, grandes escenas de pelea cuerpo a cuerpo y sin escatimar en disparos y sangre.

Y, de nuevo, sorprendente Odenkirk, en un papel que no parece el típico para su apariencia, pero en el que consigue levantarnos del asiento por su buen hacer repartiendo golpes.