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500.000 empleos menos y vacío de ¢879.000 millones: las proyecciones de la CCSS para la pandemia

El coronavirus tiene a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) contra las cuerdas y mientras los gastos crecen los…

Por Tomás Gómez

Tiempo de Lectura: 3 minutos
500.000 empleos menos y vacío de ¢879.000 millones: las proyecciones de la CCSS para la pandemia
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El coronavirus tiene a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) contra las cuerdas y mientras los gastos crecen los ingresos se preparan para un golpe nunca visto.

Pese a que el presidente ejecutivo de la institución, Román Macaya, sostiene que no hay «bola de cristal» para adivinar el futuro de la crisis, por primera vez se le ponen números al golpe que significaría no solo el aumento del gasto sino la destrucción de empleos, principal fuente de ingresos del ente.

Recaudación mermada

El modelo financiero de la CCSS toma el 9,5% de cada salario del país y además exige a los patronos el equivalente al 14,5% de cada remuneración. Al masificarse los despidos y reducirse las jornadas producto del frenazo en la actividad económica la recaudación sufrirá un golpe equivalente.

En total, la institución planifica el resto del año con hasta 500.000 empleos menos, concentrados sobre todo en el sector privado. Esto representa casi una tercera de los trabajadores inscritos, que fueron 1.570.608 en enero y 1.576.600 en febrero.

Económicamente, la situación se refleja en una recaudación menor de las pólizas de Salud y de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM). El primer rubro, además de caer en sus ingresos, demandaría más gastos por los contagios y su atención.

La billetera se desangra

En la acera de los gastos el panorama no es menos complicado pues el surgimiento de una nueva enfermedad -con todas las particularidades de la COVID-19- ha demandado una guerra internacional por el abastecimiento de ventiladores, medicamentos y equipo de protección que escasea y sube sus precios.

Al ritmo actual, para diciembre se habrán invertido un total de ¢124.585 millones solo en atención de la pandemia.

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La factura contempla los salarios del personal de la CCSS, el mantenimiento y la construcción de instalaciones, así como la compra de equipos e instrumental. Además, la nueva enfermedad ya está implicando un aumento en las incapacidades.

A este rosario, Macaya le agrega el costo que la pandemia dejará en las listas de espera, pues los avances que se venían teniendo pasaron a segundo plano ante la necesidad de enfocar los recursos en la atención de la enfermedad.

El presidente de la CCSS, Román Macaya, ha sido enfático en que los mercados internacionales de productos de salud están teniendo un comportamiento atípico que complica las compras (Cortesía Presidencia)

¿Y el portafolio de inversiones?

La nueva realidad económica de la Seguridad Social supone también un nuevo escenario para la cartera de inversiones, donde ya se planeaban gastos de ¢1,13 billones en nuevos hospitales, torres y otras obras cuyo desarrollo podría quedar desfinanciado.

Macaya explicó que dentro del plan la prioridad la tendrán los nuevos hospitales de Puntarenas y Turrialba así como las ampliaciones del México y el Calderón Guardia, cuyos contratos ya están firmados. Además, entrarían en el grupo las áreas de salud de Santa Bárbara y San Isidro de Heredia que ya están en ejecución.

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La incertidumbre, por su parte, se asoma en otras iniciativas como los nuevos hospitales de Cartago y Limón, las mejoras en los centros de Niños y Geriátrico y 74 EBAIS.

«Es todo un menú, hay toda una gama de proyectos, hasta dónde vamos a poder continuar depende de todos estos factores. No tenemos la bola de cristal para saber en qué fecha ya se acabó la crisis y saber el dinero que podemos destinar a inversiones», concluyó el jerarca.

El nuevo hospital de Puntarenas será una de las obras que seguirá recibiendo recursos, mientras que otros planes quedarán a la espera de conocer cuántos recursos quedarán una vez pasada la pandemia (Cortesía CCSS)