Avenida O

Acoso entre iguales

Se le conoce además como “bullying” y se podría definir como el conjunto de comportamientos hostiles que una persona o…

Por Natalia Calderón

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Acoso entre iguales
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Se le conoce además como “bullying” y se podría definir como el conjunto de comportamientos hostiles que una persona o grupo de personas, abusando de un poder real o ficticio, dirige contra un compañero (a) de forma repetitiva y duradera con la intención de causarle daño.  Se dan agresiones directas o indirectas, tanto físicas como verbales, psicológicas y de exclusión social.   

Dentro de las características se resaltan 4 aspectos:

  1. Abuso de poder, del más fuerte sobre el más débil.
  2. Repetidos incidentes entre los mismos niños o jóvenes durante un tiempo largo.
  3. Ausencia de provocación por parte de la victima.
  4. Intimidaciones físicas, verbales o psicológicas, que buscan causar miedo, dolor o daño a la víctima.

Le podría pasar a cualquiera, pero existen grupos más vulnerables, tales como aquellos niños o jóvenes más tímidos, introvertidos, o con características físicas que le diferencian (peso, lentes, estatura) o algunas características académicas (se lleva muy bien con los docentes, participa mucho en clase, sus notas siempre son muy altas).   

Los efectos del acoso escolar pueden ser devastadores, pues la persona se siente violentada, desprotegida, aislada, humillada, insegura. 

Es fundamental.

  • Dar ejemplos positivos de conducta.
  • Escuchar a sus hijos (as). Asegurarse que sus hijos (as) sepan que los apoyan, que confía en ellos y que pueden contar siempre con sus padres. 
  • Participar en la escuela y actividades extracurriculares de sus hijos (as).
  • Ser lo más positivo con su hijo (a).   Por cada comentario negativo dirigido a su hijo, los padres deben proporcionar 5 comentarios positivos.  
  • Conocer a los amigos de sus hijos (as).
  • Explicar a sus hijos (as) que NO es aceptable intimidar a los demás. 
  • Ser parte de la vida escolar de su hijo (a), revisar tareas, leer mensajes, conocer a sus docentes. 
  • Ofrecer sugerencias para tratar con compañeros problemáticos.
  • Explicar a sus hijos (a) la diferencia entre una respuesta asertiva (seguridad en sí mismo, la firmeza) y una agresiva (violenta, hostil). 
  • Mantener siempre respeto por las diferencias, enseñándolo también a sus hijos (as) con el ejemplo.

Finalmente es válido tomar acciones para la formación de niños y jóvenes más asertivos y de capacitar a los centros educativos con destrezas en la resolución de conflictos. Si queremos que nuestro país se encuentre regido por las normas de convivencia civilizada.  

Temas: