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Andrea Vargas, la mujer que devolvió a Costa Rica al lente deportivo mundial

Su fuerza, dedicación y concentración hicieron que Andrea Vargas volara en la pista del estadio Khalifa de Catar, donde llegó hasta…

Por Harold Leandro

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Andrea Vargas, la mujer que devolvió a Costa Rica al lente deportivo mundial
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Su fuerza, dedicación y concentración hicieron que Andrea Vargas volara en la pista del estadio Khalifa de Catar, donde llegó hasta la final de los 100 metros vallas del Mundial de Atletismo Doha 2019, carrera en la que obtuvo el quinto puesto con un tiempo de 12:64, su mejor marca personal, nuevo récord nacional y centroamericano.

Ella hizo vibrar a Costa Rica, un país que con Andrea recuperó el orgullo de ver a una de las suyas en las grandes competencias mundiales.

Figuras como Claudia y Sylvia Poll, María del Milagro París, Yokasta Valle, Hanna Gabriel, Shirley Cruz, para mencionar algunas, nos pusieron antes en el concierto internacional con su estirpe de ganadoras.

Andrea Carolina Vargas Mena (Santiago de Puriscal, 28 de mayo de 1996, 23 años), tiene una relación muy particular con el deporte. Empezó joven, a los 8 años y desde esa temprana edad demostró de qué madera estaba hecha.

Las medallas y mejores tiempos llegaron con los días en pista de Mendoza (Argentina), Managua, La Habana, Oregon y en el 2018 se convirtió en la primera atleta femenina de Costa Rica en participar en un mundial de atletismo en pista cubierta. Fue en Birmingham, Inglaterra.

Boleto a los Olímpicos

Los Juegos Panamericanos de Lima 2019 le depararon dos inmensas alegrías: Se clasificó a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 (única costarricense que tiene boleto en este momento) y ganó oro en los 100 metros vallas con un tiempo de 12:82.

Andrea Vargas se impuso en los 100 metros vallas de los Panamericanos de Lima 2019. Foto de AFP.

Antes de llegar a estas competencias de alto nivel, Andrea debió sortear varios obstáculos. Para empezar, en su Puriscal natal no había pista de atletismo y tuvo que improvisar las vallas con tubos de PVC para poder entrenarse.

Esta situación hizo que el Gobierno de la República reaccionara y el 4 de octubre anterior, el Presidente Carlos Alvarado anunció que se construirá una en el Polideportivo del barrio El Carmen, con una inversión de 300 millones de colones.

Madre y entrenadora

Además, Andrea no tenía entrenador, una labor que asumió su madre, Dixiana Mena, quien no tenía ninguna experiencia previa en deportes.

Hoy, doña Dixiana no solo entrena a Andrea, sino que también guía a su otra hija, Noelia Vargas, quien se especializó en marcha.

Fue precisamente su madre la que le recomendó a Andrea no asistir a la Liga Diamante, una competencia que tiene 14 paradas en grandes ciudades principalmente de Europa y a la que invitan a atletas de alto nivel. Andrea, con su quinto lugar en Doha, ingresó en esa élite mundial.

Y la decisión tiene lógica. Quedan ocho meses para Tokio 2020, Andrea necesita uno de vacaciones tras el esfuerzo en Lima y Doha, y los viajes entre América y el “Viejo Continente” le harán perder tiempo valioso.

Además, su esposo, David Jiménez, consiguió una oportunidad laboral en Estados Unidos y con su hija Avril, los tres vivirán en ese país del norte.

Andrea Vargas fue recibida por su esposo David Jiménez y su hija Avril en el aeropuerto Juan Santamaría al regresar de Doha, Catar. Foto Eyleen Vargas / Agencia Ojo por Ojo.

Un aspecto que complica un poco la preparación de la atleta, pues ahora su madre tendrá que dirigirla “a distancia” y pese a que hoy las comunicaciones estan muy adelantadas, siempre es impotante tener a la pupila cerca.

Como sea, esta licenciada en Derecho es una ganadora y vislumbra no solo una gran participación en Tokio 2020, sino que por su juventud, enteresa, fuerza, dedicación y amor por el deporte le auguran muchos éxitos en el futuro.

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