Sergio Arce
Más de 500 nicaragüenses tienen más de una semana varados en la frontera de Peñas Blancas, sin dinero y comiendo de lo que la caridad les proporciona, mucha de ella proveniente de Costa Rica.
Están ahí porque el gobierno de Daniel Ortega no los deja entrar si no es con una prueba negativa de COVID-19 en mano. Para ello envió policías y hasta antimotines para evitar que el grupo cruce al vecino país del norte.
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En vista de este escenario y de la posición inamovible del gobernante sandinista y su esposa, Rosario Murillo, Costa Rica anunció que recibirá de vuelta a ese numeroso grupo de extranjeros, siempre y cuando cada uno de ellos lo solicite.
Así lo anunció la Dirección General de Migración y Extranjería ante consulta de este medio: “El trámite de reingreso solo es aplicable para quienes se encuentran en este momento en la frontera norte de Peñas Blancas, lado nicaragüense, en espera de la autorización de ingreso, porque estas personas pretenden ingresar a Nicaragua sin el requisito que ese país solicita, y ya habían completado el proceso de salida de Costa Rica.
“Las personas que se encuentran en frontera en este momento tienen conocimiento de la posibilidad de aplicar por el reingreso; sin embargo, la mayoría de ellos ha manifestado su deseo de no hacerlo”, indicó la entidad.
La institución indicó que a la fecha solo 17 personas ya solicitó y se le avaló su reingreso, luego de que se determinó que cada una tiene estatus regular en Costa Rica.
Precisamente a la luz de este panorama en Peñas Blancas, Migración y Extranjería y el Ministerio de Salud elaboraron un protocolo que regula el egreso de todos los viajeros hacia Nicaragua y que establece que quienes deseen viajar a la vecina nación deben portar una prueba negativa de COVID-19 con el fin de evitar que sean rechazados en la frontera.
El documento agrega que cada caso se valorará por separado. No tendrían problema de reingresar a nuestro país aquellas personas que tiene un estatus migratorio regular. Esto le permitirá a Migración anularles sus sellos de egreso para volver a readmitirlas. En este grupo de 500 personas no hay casos de deportación por su permanencia irregular en el país, indicó la institución.
Esto fue lo que hicieron precisamente Jessica Salvador, quien tiene 25 años de vivir en Costa Rica, y su hijo de 10 años y quien nació aquí. Ambos se disponían a regresar definitivamente a su país, pasaron cuatro días varados en Peñas Blancas y optaron por regresar a suelo costarricense.
“Yo nunca me preocupé por sacar la residencia, nunca me interesó. Al ver la situación hablé con Migración y les dije que tenía a mi hijo conmigo y es tico”, expresó en declaraciones que ofreció al medio nicaragüense Confidencial.
¿Y la Cancillería?
El Observador consultó a Relaciones Exteriores para conocer si existen gestiones a nivel diplomático que ofrezcan luz a este grupo de nicaragüenses varados en Peñas Blancas.
Por ahora estas acciones se han limitado en “apoyar a las autoridades costarricenses, en particular a la Dirección General de Migración y Extranjería, en todas las gestiones necesarias para facilitar las conversaciones con las contrapartes nicaragüenses”, pero sin entrar en detalles sobre el tipo de ayuda que ha brindado a esta dependencia.
Alonso Allan, alcalde de la Cruz, no ocultó su preocupación ante la posibilidad de que ese grupo de nicaragüenses represente un potencial foco de casos de COVID-19.
“Y a nosotros nos tocará atender eso. Esa situación (Ortega) nos la pasará al lado de Costa Rica y nos corresponderá atenderla y no podemos esperar a que eso pase”, expresó el edil.
Entretanto, el Gobierno de Nicaragua sigue ignorando la realidad en su frontera sur. Este lunes 27 de julio, Rosario Murillo, en su monólogo diario a medios oficialistas, únicamente se refirió a los nicaragüenses que han retornado de Panamá.
“Otros 100 hermanos nicaragüenses llegaron de Panamá con sus pruebas de COVID-19 negativas, con todos sus documentos en regla, dentro de ese programa de coordinación que tenemos con los Gobierno de Panamá y de Costa Rica y mañana (el pasado martes) llega otro grupo. Repatriación segura de hermanos nicaragüenses, ordenada”, dijo.
