Paula Umaña
La empresa portuaria APM Terminals debió pagar a la Aduana de Limón más de ¢658 millones de colones por incumplir con la normativa de régimen de importación temporal del barco de prueba Vega Zeta.
La multa correspondió a la suma de los impuestos dejados de pagar más los intereses acarreados e intereses.
La embarcación había sido importada bajo la modalidad de ‘Concesión de Obra Pública’, con el fin de realizar pruebas en la terminal, por lo que arribó vacía. Así lo explicó Juan Carlos Gómez, director del Servicio Nacional de Aduanas.
Desde APM Terminals se aseguró que se cumplió con el pago de los aranceles correspondientes a la importación temporal de un barco de prueba, el cual no salió del país en la fecha requerida “por causas ajenas a su control inmediato”.
La empresa portuaria agregó que el barco Vega Zeta, con bandera de Liberia (África), ya no se encuentra en Costa Rica.
Problemas logísticos
La solicitud para que el barco ingresara al país temporalmente se realizó desde el 22 de junio del 2018, y se autorizó el día 27 del mismo mes.
La embarcación de prueba se trajo para utilizarse durante tres meses para simular la futura operación de la empresa; y el plazo podía ser prorrogado.
La reexportación del barco estaba prevista para 27 de setiembre del 2018, sin embargo, por problemas logísticos y permisos pendientes de algunos entes, la fecha de salida de la embarcación se estimó para la tercera semana de octubre del año pasado.
Además, como parte de las gestiones entre la empresa y Aduanas, se solicitó el 17 de octubre la aprobación para generar un movimiento de ingreso virtual de la mercancía, y así proceder con la reexportación el 18 de octubre de 2018 y cancelar el régimen de importación temporal.
Sin embargo, desde la Aduana de Limón se informó que el vencimiento de la importación temporal fue el 28 de setiembre; y que según consultas realizadas al Sistema Informático TICA la embarcación se encontraba “en estado de abandono”.
Reexportación detenida
Las autoridades aduaneras no procedieron con la solicitud hecha por el representante de la empresa APM Terminals, amparadas en el artículo 440 del Reglamento de la Ley General de Aduanas.
Dicho artículo indica que las mercancías importadas temporalmente y cuyo plazo vence sin haber sido reexportadas, “se considerarán importadas definitivamente y estarán afectas a los derechos e impuestos vigentes”.
No obstante, la empresa aduanera aseguró que no hubo abandono de la mercancía. Por el contrario, argumentaron que se hizo las gestiones correspondientes para poder sacar el barco del país.
“El buque estuvo a disposición de la Aduana y se estaba a la espera de coordinar para proceder con la reexportación”, señaló el representante de APM Terminals ante la Aduana de Limón.
“No existe asidero jurídico para retener el buque anclado en puerto costarricense, y menos aún, para proceder con la exigibilidad de los impuestos”, añadió.
Recurso de apelación
Por esto, la empresa presentó un recurso de apelación ante la indicación de la Aduana de Limón de declarar en abandono el barco; y solicitaron que se dispusiera que el buque había sido destinado al régimen de depósito fiscal y se pudiera continuar con la reexportación del mismo.
La recurrente aclaró que procederían con el pago “bajo protesta”, para evitar más gastos por la estadía del buque en el país. En dicho documento, también se incluía la posibilidad de que el dinero fuera devuelto.El pago se realizó el 29 de noviembre del año anterior.
No obstante, en julio de este año, el Tribunal Aduanero Nacional (en sentencia 018-2019) declaró sin lugar el recurso presentado y denegó la devolución del dinero pagado por la empresa.
Paula Umaña
Un viaje diario entre palabras, versiones, hechos y verdades. Una periodista en constante aprendizaje, con el sueño de ser bióloga marina y sumergirse en las historias más profundas del gigante acuático.
