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AyA negocia préstamo de $150 millones del Banco Nacional para finalizar proyecto de alcantarillado

Costa Rica mantiene un rezago de décadas en tratamiento y saneamiento de aguas residuales. Aún hoy, hay cloacas a cielo…

Por Manuel Sancho

Tiempo de Lectura: 4 minutos
AyA negocia préstamo de $150 millones del Banco Nacional para finalizar proyecto de alcantarillado
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Costa Rica mantiene un rezago de décadas en tratamiento y saneamiento de aguas residuales. Aún hoy, hay cloacas a cielo abierto. El proyecto que pretende cerrar la brecha enfrenta un hueco financiero para completarse. Para eso el Instituto de Acueductos y Alcantarillados (AyA) buscará un nuevo préstamo.

El llamado Proyecto de Mejoramiento Ambiental del Área Metropolitana de San José planea rehabilitar el alcantarillado sanitario actual, en 11 cantones que reciben las aguas residuales de más de un millón de habitantes. El faltante es de $175 millones según detalló La Nación en setiembre.

Marco Fidel Vargas, coordinador de la Unidad Ejecutora del Proyecto, señaló que la fecha meta para conseguir el financiamiento adicional es el primer trimestre del 2020. Las principales negociaciones las mantienen con el Banco Nacional, que ya dio un préstamo por $75 millones. Ahora negocian por un crédito adicional por $150 millones.

Según Vargas, el Banco de Costa Rica (BCR) también tiene interés, así como el grupo BID-Invest del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Estas entidades serían las soluciones para obtener recursos esenciales, en un proyecto que se encareció por errores, omisiones y “sorpresas” en la planificación, diseño y ejecución.

“Hemos avanzado bastante en negociaciones con el Banco Nacional. (…) Desde el punto de vista bancable el proyecto es muy bueno. Todos los bancos creen que el proyecto va bien”, afirmó Vargas, a pesar del drástico aumento en los costos.


Marco Fidel Vargas – Unidad Ejecutora del proyecto

El proyecto acumula 10 años de planificación y tres de construcción. Se comenzó con fondos de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA); y continuó con los $75 millones del Banco Nacional, otro crédito del BID, y recursos del AyA. Ahora se estima que costará $466 millones.

El sistema existente se compone de 1.400 km. de redes y 85 km. de colectores. Muchos de esos no funcionan por colapsos y fallos. El proyecto interviene 316 km, divididos en:

  • 110 km. de rehabilitación de redes y colectores
  • más de 200 km. extensiones

Al finalizar, se subirá a un sistema de 1.700 km. Ya se resolvieron casi 100 km. de tubería, principalmente 15 km. de colectores. Faltan 200 km. entre redes y colectores.

Vargas aseguró que la subida de costos se discutieron con el JICA y el BID, quienes igualmente lo respaldarían. “No estamos hablando de que son costos no justificados. Hubo una subestimación inicial”, matizó.

Costa Rica enfrenta el peor déficit fiscal en 30 años, por lo que ya en tres gobiernos se han discutido medidas de estrechez y reducción de gasto. También se han cuestionado los múltiples préstamos del Poder Ejecutivo. Otro más viene en camino para el AyA.

“Existen las capacidades financieras en la banca local, para atender las necesidades de inversión que este proyecto requiere. En un corto plazo podríamos disponer de este financiamiento, para no tener que detener las futuras contrataciones”, dijo Vargas.

¿Quién es el responsable del aumento?

El proyecto implica decenas de excavaciones e instalaciones de tuberías en distintos puntos de la GAM, que han afectado el tránsito. (AyA)

Según el AyA, tras un análisis integral desde el 2017, se descubrieron tremendas diferencias de costos en la contratación y ejecución de las obras. El problema fue que se encontraron situaciones en el campo, que no se contemplaron en los diseños y presupuestos iniciales.

El encargado de la Unidad Ejecutora del proyecto explicó que se hizo un recorrido de los colectores y zonas a construir para determinar las condiciones. En el proceso hallaron terrenos con variaciones; puntos invadidos por precaristas; permisos pendientes; y hasta la necesidad de trabajos en horarios nocturnos, que no estaban previstos y encarecen el pago a empresas contratadas.

Marco Fidel Vargas mencionó que además encontraron materiales diferentes y redes de servicios (agua, pluviales y más) que no se reflejaron en los planos ni en los diseños. Aún así, no culpó a los estudios geológicos ni a la información recopilada para iniciar el proyecto. El primer diseño se generó, tras una consultoría del consorcio internacional NJS-Sogreah.

“No podemos afirmar de una manera categórica que (los estudios) estuvieran mal hechos. (…) Siempre hay un grado de incertidumbre con trabajos subterráneos. (…) No estamos hablando de un terreno virgen. Estamos hablando de un terreno sumamente intervenido en la ciudad”, justificó.

El ingeniero lo ejemplificó con los postes del sistema eléctrico de la capital, con cientos de cables – algunos ya sin función – complicando la red. Algo similar aparece en el subsuelo. Todo lo enterrado, la falta de información y la falta de precisión en los diseños y planos, afectó la ejecución del proyecto. “A la hora de excavar encuentra uno, cosas que no se tenía información”, comentó.

Marco Fidel Vargas – Unidad Ejecutora del proyecto

Aún así, el AyA responsabiliza a NJS y tiene una pugna por el dinero dado, pagos pendientes reclamados por la empresa y otras situaciones.

Obras en ejecución y otras por contratar

El proyecto implica excavaciones a gran profundidad, en los cuales el Instituto destacó hace unos meses nueva tecnología empleada. (AyA)

El proyecto dispone en este momento de más de $100 millones, para concluir contrataciones e impulsar nuevas licitaciones. La alerta viene por lo que falta. Muchos costos suben, porque productos han variado de precios en 10 años.

En este momento se ejecutan cuatro contrataciones:

  1. Obras de la red norte
  2. Colectores en Quebrada Manzana y desvíos (Coronado)
  3. Construcción de redes nuevas en Granadilla y otros sectores
  4. Desvío María Aguilar y extensión Aserrí

Por otro lado se impulsarán dos millonarias licitaciones, una de las cuales fue apelada y está en proceso en la Contraloría General de la República (CGR)

  • $22 millones para el colector Tiribí
  • $45 millones para colectores en la cuenca Ribera y otros

Además se necesitan $54 millones – parte del faltante – para obras de muros de retención y protección de las obras reconstruidas en el alcantarillado.

Según la recopilación del Programa Estado de la Nación, el país ha mejorado la cobertura de alcantarillado sanitario con tratamiento, pasando de 4,2% en 2014, a 8,2% en 2016 y 14,4% en 2017. Pero el rezago continúa y los millones faltan.