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Banco Central refuta propuesta de cálculo de tasa de usura de diputados

El Banco Central de Costa Rica halló fuertes debilidades en la propuesta de cálculo de la tasa de usura que…

Por Juan Pablo Arias

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Banco Central refuta propuesta de cálculo de tasa de usura de diputados
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El Banco Central de Costa Rica halló fuertes debilidades en la propuesta de cálculo de la tasa de usura que presentaron varios diputados el 19 de noviembre anterior, para que se modifique el proyecto de ley 20.861.

Según Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central, la metodología de cálculo para fijar una tasa máxima de interés, discutida en la Comisión de Asuntos Hacendarios y que consiste en usar un múltiplo de 2,2 sobre el promedio de las tasas activas de interés del sistema financiero nacional, adolece de varios problemas.

El primero de ellos es que no queda claro el sustento técnico para derivar el múltiplo de 2,2.

En segundo lugar, usar las tasas activas promedio como base para el cálculo no permitiría diferenciar adecuadamente entre los diferentes tipos de operaciones. Esto porque las tasas de interés que se aplican a cada operación de crédito reflejan las características y los costos específicos de esa operación.

Y como tercer punto, indicó que el uso de tasas activas promedio introduce un importante sesgo a la baja en el cálculo, pues esos promedios son ponderados por los montos de los créditos, y los créditos por montos mayores tienen tasas más bajas que los créditos por montos menores pues son menos costosos.

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El costo de prestar dinero

“En particular, el costo operativo por colón prestado es mayor cuanto menor sea el monto y menor sea el plazo del crédito. Por su parte, la pérdida esperada de una operación de crédito, que es también un determinante fundamental de la tasa de interés que acarreará esa operación, es más alta cuanto peor o más corto sea el historial crediticio del deudor, cuanto peores sean las garantías ofrecidas, y cuanto más baja sea la rentabilidad esperada de la operación”, indicó Cubero en una respuesta a este medio.

Según el criterio del Banco Central, un crédito por un monto alto y a largo plazo otorgado a un deudor con un excelente historial crediticio, que cuenta con sólidas garantías hipotecarias y que destinará el crédito a proyectos de inversión productiva con expectativas de rentabilidad razonablemente buenas será mucho más barato –por cada colón prestado–que un crédito de bajo monto y a corto plazo concedido a un deudor sin historial crediticio o con uno manchado, que no cuenta con garantías, y que destinará el crédito al consumo.

Así las cosas, por razones de economías de escala, de probabilidad de impago y de pérdida esperada en caso de impago, el segundo crédito resultará mucho más costoso para el prestamista por cada colón prestado que el primero. Y si como consecuencia de esos mayores costos el segundo crédito acarrea una tasa de interés varias veces más alta que el primer crédito, no por ello su tasa debería considerarse excesiva o de usura.

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Generaría exclusión financiera

Cubero explicó que la metodología propuesta por los diputados introduce sesgos que van en detrimento del mercado y podría generar problemas de exclusión financiera.

“Los créditos por montos altos normalmente se otorgan a deudores con alta capacidad de pago y buen historial crediticio. De esa forma, la metodología introduce un sesgo en contra de los créditos por montos bajos y a plazos cortos, cuyos costos son más altos por cada colón prestado”, indicó.

Añadió que la metodología propuesta genera un punto de corte excesivamente bajo.

Con datos al 20 de noviembre (para la semana comprendida entre el 13 y el 19 de noviembre de 2019), la tasa de interés activa promedio fue de 13,56%, con lo que la tasa máxima que resultaría sería de 29,83% (13,56 x 2,2). Esa tasa máxima estaría por debajo de la tasa pactada en el 58% por ciento de todas las operaciones de crédito realizadas durante esa semana, y por tanto –de adoptarse– haría ilegales (es decir, excluiría) al 58% de las operaciones.

Según la autoridad monetaria, semanalmente se formalizan alrededor de 10.000 operaciones nuevas de crédito, la mayoría para tarjetas de crédito y otras necesidades de consumo). En esa misma semana, por ejemplo, un 35,7% de las operaciones de crédito pactadas tuvieron tasas de interés entre 40% y 50%, y la tasa promedio ponderado de las tarjetas de crédito fue de 36,73%. Las operaciones de microcrédito también típicamente quedarían por encima de esa tasa máxima.

“Por lo tanto, la metodología propuesta, en lugar de corregir el problema que pretende, podría conllevar la exclusión del sistema financiero formal de segmentos importantes de la población, y en particular, de los segmentos de menores ingresos y más vulnerables”, dijo Cubero.

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En su opinión, la evidencia internacional ha sido clara en que la fijación de topes a las tasas de interés, si se hace a niveles bajos, podría resultar en problemas de exclusión financiera para los sectores más vulnerables de la población.

“Aquellos segmentos de la población a quienes se quiere proteger son precisamente los que finalmente terminan siendo afectados, pues se corre el riesgo de que se les expulse del sistema financiero formal y se les envíe hacia el mercado negro de crédito”, indicó.