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Carlos Alvarado sobre cierre de instituciones: “hay cosas que se pueden cerrar, pero ¿para qué fin?”

Para el presidente Carlos Alvarado, antes de preguntar cuáles instituciones públicas se pueden cerrar, la interrogante correcta debería de ser…

Por Marco Marín

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Carlos Alvarado sobre cierre de instituciones: “hay cosas que se pueden cerrar, pero ¿para qué fin?”
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Para el presidente Carlos Alvarado, antes de preguntar cuáles instituciones públicas se pueden cerrar, la interrogante correcta debería de ser ¿cuál es el propósito?.

Así lo afirmó durante una entrevista con El Observador, este miércoles en Casa Presidencial. El comentario de Alvarado surgió luego de afirmar que su Gobierno se ha destacado por ser “uno de los más austeros en bastante tiempo”.

Se le consultó sobre algunos ejemplos como la Fábrica Nacional de Licores (Fanal) o el Consejo Nacional de Producción (CNP), las cuales tienen problemas financieros.

“Con Fanal y CNP tenemos soluciones propuestas. El Consejo tiene un problema, sí es sostenible pero desde el 2003 hasta el 2012 sus dirigentes no pagaron los impuestos”, aseguró.

“La pregunta sería ¿cuál es el objetivo de ello?. La meta fundamental es sanear las finanzas públicas, sin vulnerar los elementos sociales de un estado de derecho. Los componentes necesarios para el desarrollo humano”, añadió.

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A pesar de déficit fiscal, Gobierno no quiere cerrar

El Presidente agregó que las finanzas de ambas entidades, así como del país, se pueden sanear sin necesidad de cerrar estas entidades. Destacó el caso de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).

Alvarado reprochó que, en los últimos 20 a 30 años, el número de instituciones ha crecido de sobremanera, a pesar de que se ha manejado un discurso país de austeridad.

“En la década de los 90′, Costa Rica tenía 190 instituciones. Cuando entramos a gobernar tenemos más de 300. Son 334. Tenemos un discurso de contención de gasto y por otro lado duplicamos el número de instituciones”, dijo.

A pesar de ese señalamiento, no ahondó en posibles cierres para reducir el número de entidades, aún cuando acepta que hay algunas que duplican funciones y que incide en un aumento de pluses salariales.

En este momento más de la mitad (alrededor del 53%) de los ingresos tributarios se van en el pago del servicio de la deuda, es decir el Gobierno toma esos recursos para pagar el principal de la deuda y sus intereses.

Además en lo que va del año, el Ministerio de Hacienda ha canjeado ¢1,10 billones (millones de millones) en títulos de deuda interna. Es el alargamiento de la deuda más alto en nuestra historia.

En su discurso al asumir la Presidencia en mayo del 2018, Alvarado dijo que para lograr la “mayor obra de infraestructura pública” se necesitan “reformas de fondo”. Nuevamente en diciembre del 2018, mencionó “reformas al Estado” como una de sus prioridades, tras la aprobación del plan fiscal.

Apenas en julio del 2018, Rocío Aguilar anunció un plan de fundir más de 300 instituciones.

Pero las palabras de Presidencia no se convirtieron en un solo proyecto concreto – desde lo administrativo o en la Asamblea Legislativa – para lograr una reforma del Estado.

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Números rojos

El pasado 14 de octubre, la Asamblea Legislativa aprobó el rescate de Japdeva, luego de que dos terceras partes de los empleados quedaran sin funciones, tras la entrada en funciones de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) a cargo de APM Terminals.

Los diputados habilitaron tres opciones:

  • Traslados horizontales: las instituciones públicas podrán llenar sus vacantes con funcionarios de Japdeva
  • Movilidad laboral: se otorgará a quienes presenten su renuncia y no vuelvan al sector público. Quienes ganan menos de ¢1 millón recibirán 8 mensualidades y los que superan ese monto el equivalente a cuatro salarios
  • Prejubilaciones: las personas mayores de 55 años con 25 años cotizados podrán adelantar su pensión

El Congreso avaló un presupuesto de ¢17.900 millones.

Por su parte, el CNP enfrenta una crisis de credibilidad política y económica. En junio, este medio dio a conocer que la entidad planea construir un edificio de ¢3.200 millones mientras debe ¢9.000 millones a proveedores.

En octubre pasado, el periódico La Nación detalló que las pérdidas ahogan a la mayoría de empresas públicas. El grave déficit se ve en Japdeva, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), el CNP, el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer), el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), entre otras.