Tomás Gómez
Si el calendario de reapertura planteado por el Ministerio de Salud avanza sin cambios, las iglesias volverán a abrir sus puertas el 21 de junio próximo.
Las misas católicas regresarán, eso sí, adaptadas a la nueva realidad y de acuerdo con el protocolo prepararado por la Conferencia Episcopal cambiará la manera de asistir a los templos y la forma en que se desarrollan las liturgias.
Reservar el espacio para la misa
Asegurar el distanciamiento físico sigue siendo una de las principales preocupaciones y es por eso que en la primera fase se abrirán solo los templos más grandes y con un máximo de asistencia de 75 personas.
Para controlar la asistencia, se recomienda a cada parroquia reservar los cupos mediante WhatsApp, llamadas telefónicas o bien, mediante la entrega de tiquetes, de forma previa.
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Las personas deberán sentarse, como máximo, dos en cada banca y se deberán dejar los espacios para garantizar el 1,8 metros de separación.
Durante las misas solo podrá cantar la persona designada y no habrá saludo de la paz.
Finalmente, se eliminará la fila para comulgar y la comunión se entregará por banca.
Excepciones en los sacramentos
Para evitar aglomeraciones y la exposición de poblaciones de riesgo, las autoridades católicas establecieron que la asistencia a misa los domingos no será obligatoria para adultos mayores y pidieron no llevar niños menores de 12 años a las actividades religiosas.
La confesión, por su parte, se habilitará solo para casos de extrema gravedad.
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Respecto a la velas y funerales de las personas fallecidas por COVID-19, seguirán completándose en menos de 24 horas, con mínima participación de personas y atendiendo todas las disposiciones de salud.
