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Construcción, comercio, agro y manufactura mantuvieron números rojos en agosto

La producción de las industrias ligadas a la construcción, el comercio, el sector agrícola y la manufactura (sin beneficios fiscales)…

Por Juan Pablo Arias

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Construcción, comercio, agro y manufactura mantuvieron números rojos en agosto
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La producción de las industrias ligadas a la construcción, el comercio, el sector agrícola y la manufactura (sin beneficios fiscales) siguió registrando decrecimientos en agosto pasado, respecto a un año antes.

Este comportamiento reforzó la contracción que vienen atravesando dichos sectores desde hace varios meses.

El crecimiento interanual del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) -calculado por el Banco Central-  alcanzó un 1,6% en agosto, apenas dos décimas de punto porcentual por encima de la cifra registrada en julio. 

Esto significa que en los primeros ocho meses del año la producción del país alcanzó un crecimiento medio de 1,5% y de 1,7% en los últimos doce meses, ambos menores a los observados en igual periodo del año previo. 

Sectores decaídos

De acuerdo con los datos más recientes, con corte a agosto, la construcción disminuyó un 13,8% debido a que la edificación privada de inmuebles no residenciales registró una disminución significativa en los edificios mayores a los 2.500 metros cuadrados.

Otro impacto negativo provino de algunos proyectos con destino público que no se ejecutaron debido a problemas de adjudicaciones y de revisión de carteles. 

Por su parte, el comercio mayorista y minorista se contrajo en un 0,6%, debido a una reducción muy generalizada de las ventas, excepto de productos de consumo masivo de los hogares, como alimentos y textiles.

La producción agropecuaria se redujo en un 0,1%, lo cual representa una leve mejoría en relación con la reducción de los cinco meses anteriores, que en promedio alcanzó 1,3%. 

La recuperación obedeció a la evolución de los productos orientados al mercado externo, particularmente la piña (6,7%) y el banano (4,9%), debido a la estabilización de las condiciones climáticas. 

El crecimiento de la manufactura fue de 2,5% explicado por la mayor demanda externa de productos de las empresas de los regímenes especiales, particularmente de implementos médicos y productos de acero como barras y láminas.

Sin embargo, esto fue atenuado por la contracción de las actividades de manufactura destinadas al mercado interno: el régimen definitivo creció́ 0,3%, restringido por la débil evolución de la demanda interna (y del crédito, particularmente en dólares), que afectó los productos de la construcción, la manufactura y el comercio. 

Servicios sí crecen

Los servicios en conjunto crecieron un 3,1%, como resultado del buen desempeño de los siguientes subsectores: 

  • Los servicios de enseñanza y salud (3,5%), impulsados por los servicios privados, que compensaron los efectos negativos de la huelga de empleados de la Caja Costarricense de Seguro Social.
  • Los servicios empresariales (3,2%), por el dinamismo de las empresas ubicadas en los regímenes especiales. 
  • Los servicios de información y comunicaciones (6,9%), tanto por la mayor demanda externa como interna, donde destacó la mayor necesidad de desarrollos informáticos dada la entrada en vigor de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
Los servicios empresariales están en el grupo de los sectores con buen desempeño. (Archivo/El Observador)

Motor en zonas francas

El crecimiento del IMAE en agosto registró un impulso de la producción de los regímenes especiales (zona franca y perfeccionamiento activo), los cuales crecieron a una tasa interanual del 12,6%. 

Pese a lo anterior, las actividades de las empresas de estos regímenes solo representan un 10% de la producción total del país.

En este grupo de compañías destacó el aumento observado en la manufactura de dispositivos médicos y de los servicios de consultoría en gestión empresarial y de apoyo a empresas. 

Dichas actividades están vinculadas a cadenas globales de valor; es decir, son empresas transnacionales que realizan en el país etapas particulares del proceso productivo, las cuales son intensivas en el uso de mano de obra calificada. 

Según información provista por el Banco Central, la exportación de servicios de apoyo a empresas integradas a las cadenas globales de valor se caracteriza por tener un componente importado más reducido que en el régimen definitivo, lo cual tiene efectos favorables en el balance comercial del sector externo. 

Sin embargo, la fabricación de dispositivos médicos y la producción de servicios de apoyo a empresas presentan menor vinculación con la economía doméstica (en comparación con las del régimen definitivo). 

Por lo tanto, su mayor producción tiene una incidencia limitada en la actividad productiva del resto de la economía.