Juan Pablo Arias
El temor de los consumidores a un mayor deterioro de la economía nacional provoca que sean muy cautelosos con sus gastos y eviten el despilfarro.
La mañana de este miércoles se presentó la 63º Encuesta de Confianza del Consumidor elaborada por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica, con corte a agosto, que refleja este pesimismo de los compradores.
De acuerdo con los resultados de la encuesta, el nivel actual de confianza es, junto con el de noviembre del 2018, el más bajo que se registra en los 17 años de encuesta.
Además, muestra que en las últimas dos encuestas la confianza presenta una tendencia definida hacia la baja.
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“Es probable que esta caída se explique porque los consumidores no están percibiendo medidas efectivas y de corto plazo que tiendan a reactivar la economía nacional”, comentó Johnny Madrigal, investigador encargado de la encuesta.
Pesimismo sobre el rumbo económico
Para Erick Ulate, presidente de la asociación Consumidores de Costa Rica, es claro que la encuesta refleja los problemas que han estado enfrentando los consumidores en los últimos meses, desde incrementos de precios hasta el desempleo.
“No solo existe desconfianza, sino que existe un temor real en la población respecto de la situación económica del país y personal. Esto hace que las familias costarricenses no gasten su dinero ni se comprometan en proyectos que puedan implicar un financiamiento bancario o con tarjetas”, indicó.
Para este abogado, “la entrada en vigor tan abrupta y poco clara del IVA” tampoco ha ayudado y las acciones del Gobierno “han creado desconfianza en la población”.
Con esta opinión coincidió el economista Daniel Suchar, catedrático de la Universidad Latina, quien considera que las instituciones del Estado son las principales responsables del temor de los consumidores.
“La confianza del consumidor está afectada por las señales de ambigüedad, desorden y descontrol que evidencian los poderes Ejecutivo y Legislativo. La implementación del plan fiscal no ha tenido la mejor aceptación. Hay una mala comunicación y eso hace que la gente no crea en el mensaje de los gobernantes”, comentó.
Comerciantes, los más afectados
El sector comercial, que en los últimos meses ha mostrado fuertes signos de desaceleración, ve con preocupación los resultados, pero espera que el pesimismo no se extienda por mucho tiempo.
A junio del Índice Mensual de Actividad Económica, la actividad comercial se contrajo un 0,7% de manera interanual, por la menor comercialización de vehículos y de materiales de construcción. Este es el dato más reciente calculado por el Banco Central.
“Las medidas adoptadas por el gobierno han sido positivas; sin embargo, hemos encontrado poca reacción por parte de los agentes económicos. La reacción de las personas ha sido lenta, ante la disminución de las tasas de interés”, indicó Alonso Elizondo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Costa Rica.
En su opinión, hay un componente de comunicación e información que también debe fortalcerse para llevar confianza a las personas.
“Lamentablemente como país hemos estado expuestos a muchas malas noticias, con un nivel de desempleo cercano al 12%. En el momento en que comuniquemos de forma eficiente las buenas acciones que hace no solo el sector privado, sino también el gobierno, esperamos lograr revertir los números, buscando un comportamiento creciente”, dijo.
Temor a gastar
Las acciones del Banco Central para facilitar una reducción de las tasas de interés no han calado en las expectativas de los consumidores.
Según la encuesta, un 59,8% de los consumidores espera incrementos en las cuotas de sus préstamos en los próximos 12 meses, 25,2% dice que habrá tasas iguales y 12,2% dice menores.
Por su parte, un 78,8% de los consumidores consultados espera incrementos en el costo en el precio de los hidrocarburos. Seis meses antes, la cifra era de un 65,3%.
Respecto al tipo de cambio, un 57,2% espera aumentos en los próximos 12 meses. Esta proporción de personas es alta, pero menor que hace un semestre, cuando era un 64,6%.
La compra de bienes duraderos, como viviendas, automóviles y electrodomésticos será pospuesta por la mayoría de los consumidores.
Un 77,5% de los encuestados en agosto consideran que son malos tiempos para la compra de para la compra de vivienda, lo que se traduce en un deterioro de las expectativas respecto a un semestre antes (68%).
En lo que respecta a la compra de carro, un 83,3% de los consultados cree que no es buen momento para hacer la adquisición.
