Juan Pablo Arias
Los consumidores costarricenses registraron en mayo pasado la peor valoración sobre su situación económica desde setiembre de 2002, cuando se comenzó a estimar el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) por primera vez.
Así lo revelan los resultados más recientes de esta encuesta, elaborada por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica, con base en entrevistas telefónicas a personas mayores de edad de todo el territorio nacional.
De acuerdo con los resultados, el ICC se mantuvo en el mismo nivel de pesimismo de un trimestre antes, pero la valoración del momento actual cae a su peor nivel desde que se realiza la consulta.
“El ICC debe interpretarse ahora bajo el contexto de un ambiente de pesimismo, sumándole el factor de la pandemia del coronavirus”, señala el informe del investigador Johnny Madrigal.
Según el experto, al dividir el ICC en sus dos componentes: el Índice de Condiciones Económicas Actuales (ICEA) y el Índice de Expectativas Económicas (IEE), se puede ver con mayor claridad el impacto de la pandemia de COVID-19 en las decisiones de los consumidores.
El ICEA proporciona una valoración de la confianza de los consumidores en la situación económica actual y el IEE lo hace hacia el futuro económico del país.
“Estos resultados muestran que, en los últimos tres meses, el ICEA cayó abruptamente de 33,3 a 19,7 puntos, una disminución de -13,6 puntos, registrando el valor más bajo encontrado hasta la fecha. Por el contrario, el IEE se incrementó de 39 a 47,9 puntos, aumentó 9 puntos”, señala el informe.
En opinión de Madrigal, al valorar la situación económica actual, los consumidores expresan un pesimismo marcado, “como nunca se había registrado” y cuando se piensa en el futuro del país aflora el optimismo.
“El resultado promedio de ambos índices hace que la confianza permanezca igual que tres meses atrás, pero es evidente que cada índice tiene un comportamiento diferente. El por qué cae el ICEA y crece el IEE en los últimos tres meses puede comprenderse mejor analizando las respuestas a las preguntas individuales de cada índice”, indicó.
En el caso del ICEA, las dos preguntas del índice revelan un deterioro importante de la valoración del momento actual. Cuando se considera la situación económica de la familia, comparada con la de hace un año, la magnitud que dice estar peor aumentó de 39,5% a 53,9% y cuando se pregunta por el momento para comprar artículos para el hogar, quienes consideran que son malos tiempos aumentó de 63,3% a 82,9%. Esta última magnitud, de 82,9%, es la más alta que se ha registrado en todas las encuestas.
Por el contrario, en el mismo período, las preguntas que componen el IEE mejoraron. Al indagar por la situación económica de la familia dentro de un año, quienes consideran que estarán peor disminuyó de 33,3% a 27,8% y quienes piensan que la situación económica de las empresas estará mejor aumentó de 21,8% a 27,5%. Además, quienes perciben períodos de crisis en el país en los próximos 5 años decreció de 56,1% a 37,4%.
Otros indicadores se deterioran
También existen otras áreas de la encuesta que presentan cambios importantes en los últimos tres meses y es de esperar que la epidemia esté contribuyendo en buena medida a concretarlos.
Una de esas áreas es la de expectativas ante la situación económica personal. Las valoraciones sobre el ingreso familiar se deterioraron, ya que quienes esperan un ingreso familiar menor se incrementó de 21,5% a 36,2%. Igual sucedió en el tema de la capacidad de compra, ya que registra un deterioro, lo que se comprueba al saber que quienes consideran que el ingreso familiar crecerá menos que el aumento en los precios aumentó de 31,8% a 38,2%.
En el campo de la política social, un 59,3% espera que el desempleo aumente en los próximos 12 meses y en el caso de la pobreza un 67,2% espera lo mismo.
Más de la mitad de la población espera que aumente el desempleo y la pobreza en los próximos meses (AFP)
Una información que revela cambios drásticos en las valoraciones se encuentra al considerar el momento para comprar bienes duraderos (casa y carro).
Según Madrigal, esto se afirma porque actualmente 14,4% opina que son buenos tiempos para comprar casa y 76,2% dice que son malos tiempos/ Estas cifras son más negativas que tres meses atrás (17,6% opinaba que eran buenos tiempos y 64,3% lo contrario).
La diferencia de respuestas positivas y negativas evidencia el deterioro, pues en este período el saldo pasó de -46,8 a -61,8 puntos porcentuales.
Por otra parte, en lo referente al carro, 5,4% dice que son buenos tiempos para comprar y 88,4% que son malos tiempos. Esta última cifra, de 88,4% que considera malos tiempos para comprar carro, es la más alta encontrada en todas las encuestas. Como sucede con la compra de casa, estas cifras empeoraron en los últimos tres meses, pues el saldo de respuestas positivas y negativas varió de -68,3 a -83,0 puntos porcentuales.
