Paulo Villalobos
Luego de que el Ejército de Nicaragua confirmara un reforzamiento en la vigilancia de su frontera con Costa Rica, el Gobierno de la República optó por dar un paso atrás e impedir un flujo de migrantes extrarregionales, que permanecen varados en Panamá.
Así lo confirmó este miércoles la oficina de prensa de la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) ante la consulta de El Observador.
“El abordaje de la situación fue suspender el ingreso y de esa forma evitar una situación que sin control podría ocasionar aglomeraciones de personas migrantes y una migración irregular, creando una crisis sanitaria que pondría en peligro a nuestro país”, se lee en la respuesta dada a este medio.
Inicialmente, esa dependencia del Ministerio de Gobernación y Policía (MGP) había informado el 24 de marzo una coordinación con la autoridades panameñas,para permitir el paso de unos 2.600 migrantes en situación humanitaria.
Lo anterior en pleno estado de emergencia nacional por la pandemia de la COVID-19, que enfermó a 375 personas y mató a otras 2 en los últimos 27 días.
Sin precisar datos -pese a que así se solicitó desde ese mismo día- la Dirección de Migración indicó que “de acuerdo con la experiencia” esas personas provienen de Asia y África, así como de las islas de América, Haití y Cuba.
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El plan inicial
Fotografía con fines ilustrativos de extracontinentales recibiendo atención en el Centro de Atención Temporal de Migrantes (Catem) en La Cruz, Guanacaste. (Cortesía | Casa Presidencial)
Para el ingreso se tenía dispuesto que el país vecino del sur realizara pruebas de salud a los migrantes y trasladara a aquellos que no presentaran cuadros respiratorios hasta el Centro de Atención Temporal a Migrantes (Catem), en Río Claro de Corredores, Puntarenas.
De ahí se preveía que la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE) los transportara hasta otra estación, situada en La Cruz, Guanacaste; para que después siguieran su ruta hacia el norte del continente.
Antes de la suspensión del ingreso de los extrarregionales -de la que no se detalló una fecha ni responsable, pese a las consultas de El Observador– ingresaron al territorio 100 personas el 23 de marzo pasado.
Esos migrantes permanecen en los centros de atención -sin especificarse cantidades- a la espera de un aval de la Dirección de Migración para su salida.
La directora de Migración y Extranjería, Raquel Vargas, recordó el 24 de marzo que en 2016 también se dio una aglomeración de hasta 2.600 africanos y haitianos en la línea fronteriza con Panamá. Desde esa ocasión, el ingreso de migrantes ha sido constante aunque controlado.
Como parte de los procesos normales, a esas personas se les realiza una valoración de salud, así como una revisión de su identidad en bases de datos y una toma de información biométrica en resguardo de la seguridad nacional.
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Crecen los rechazos
https://www.facebook.com/EpsyCampbellBarr/videos/708488046355162/
Este miércoles, la vicepresidenta de la República, Epsy Campbell, anunció los resultados de los operativos de cumplimiento del cierre de fronteras decretado el 19 de marzo.
La cantidad de extranjeros a los que se les impidió el ingreso al territorio nacional llegó a 2.715, según el balance dado por la excanciller.
Unas 500 de esas personas eran extranjeros que tenían una condición regular en Costa Rica, pero que desatendieron un llamado hecho el 23 de marzo por el presidente Carlos Alvarado, de que perderían su estatus si abandonaban suelo patrio.
“La contribución que tenemos de la propia comunidad (Upala, Alajuela; fronteriza con Nicaragua), que se ha convertido en una red de información para las autoridades, da como resultado estos números tan alentadores”, manifestó Campbell.
Asimismo, la vicepresidenta anunció un nuevo reforzamiento en el límite con la nación vecina del norte a partir del próximo viernes, con motivo de la Semana Santa; uno de los dos momentos del año en los que se da mayor flujo migratorio. También, la exdiputada pidió a los nicaragüenses residentes y con permiso de trabajo permanecer en Costa Rica.
La Dirección de Migración además detalló, ante consulta de este medio, que ha entregado 5.930 órdenes sanitarias de aislamiento a costarricenses así como extranjeros residentes que volvieron al país por tierra, mar o aire, entre el 19 y 31 de marzo.
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Paulo Villalobos
