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Costa Rica registró drástica caída de la producción en mayo, confirman datos oficiales

Las medidas de confinamiento y restricción vehicular adoptadas desde mediados de marzo, para contener la propagación del COVID-19, provocaron una…

Por Juan Pablo Arias

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Costa Rica registró drástica caída de la producción en mayo, confirman datos oficiales
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Las medidas de confinamiento y restricción vehicular adoptadas desde mediados de marzo, para contener la propagación del COVID-19, provocaron una drástica reducción de la producción nacional en mayo pasado.

La producción del país, medida con el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), decreció un 7,5% en términos interanuales, debido a los efectos adversos que ha generado la pandemia, señaló el Banco Central de Costa Rica en un comunicado liberado la noche de este viernes.

El IMAE es un indicador de corto plazo que permite aproximar la evolución de la actividad económica del país para un mes en particular.

Con la variación negativa de mayo, el IMAE profundiza su peor caída en 30 años, desde que hay registros de este indicador.

En mayo la mayoría de las actividades registraron tasas de variación interanual negativas. Destacan las significativas reducciones en las actividades vinculadas con el turismo y el transporte.

En específico, la actividad de alojamiento (hoteles) y suministro de comida (restaurantes) decrecieron un 60,8% en términos interanuales, y la de transporte un 32,1%, ambas afectadas por el cierre de fronteras, la restricción a la movilidad vehicular y las limitaciones impuestas a los establecimientos que atienden público.

Impacto diferente en cada industria

Según los datos del Banco Central, la actividad agropecuaria decreció en un 1,1%, debido a la menor demanda externa, especialmente de piña, banano y follajes. Adicionalmente, hubo una menor producción de actividades destinadas al mercado local (hortalizas, chayote y arroz).

La manufactura disminuyó en un 7,4% interanual, dada la menor demanda, tanto interna como externa, ocasionada por la pandemia de COVID-19.

Por otra parte, la producción de las empresas ubicadas en los regímenes especiales (zonas francas) decreció un 12,4%, luego de presentar crecimientos de dos dígitos entre enero 2019 y marzo 2020. Este resultado se asocia principalmente a la menor fabricación de instrumentos médicos, catéteres, equipos de transfusión, implantes mamarios y aceite de palma.

La producción fuera de regímenes especiales decreció un 7,3%, por la menor manufactura de bebidas, productos de panadería, papel, llantas, así como de productos vinculados con la construcción, tales como pinturas, barnices, hierro, acero, cemento, perfiles y tubería.

La construcción mantuvo la evolución negativa de los meses previos, debido a la menor construcción con destino público y de edificaciones para uso residencial. Sin embargo, en opinión del Banco Central, es notable que la tasa de contracción de esta actividad se redujo en comparación con el año anterior.

Los más afectados

El comercio en general fue fuertemente afectado por el cierre de establecimientos comerciales, que implicó una menor demanda interna, principalmente de productos vinculados con la construcción y los de consumo duradero (autos, aparatos eléctricos). La caída global para esta industria fue de 17,1% en términos interanuales.

Pese a esto, no todos los segmentos del comercio se han visto afectados, pues la emergencia sanitaria provocó un aumento en la comercialización de algunos productos de consumo masivo (alimentos y productos farmacéuticos), así como productos de limpieza.

Los servicios disminuyeron 8,4%, principalmente por la menor prestación de servicios de alojamiento, suministro de comida y transporte. Estas actividades explican el 65% de la variación del mes.

Además, decrecieron los servicios de enseñanza pública, enseñanza privada, salud privada, los servicios profesionales, financieros y de electricidad y agua.

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