Juan Pablo Arias
La crisis provocada por el COVID-19 también ha reducido la la demanda externa de productos costarricenses, golpeando así las empresas ubicadas en los regímenes especiales (zonas francas y perfeccionamiento activo).
La disminución se debió a la menor elaboración de productos manufacturados, especialmente aquellos dedicados al mercado estadounidense, como insumos para cirugías estéticas (implantes mamarios).
También afectó la menor prestación de servicios informáticos y de consultoría en gestión empresarial. Y en el sector agrícola golpeó las ventas externas de piña, el segundo producto agrícola más importante del país.
Este comportamiento representa, en opinión del Banco Central, “una inflexión respecto al dinamismo observado en los meses previos a la pandemia” en el sector.
OBSERVE MÁS: Actividad económica registró en abril contracción del 5,7%, su peor caída en tres décadas
La producción de las empresas en zonas francas disminuyó un 2,3%, luego de crecer en promedio 10,4% en los doce meses previos, de acuerdo con los datos actualizados del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE).
Por su parte, el volumen de producción de las empresas fuera de regímenes especiales (régimen definitivo) decreció́ 6,5%, por la menor prestación de servicios de alojamiento, suministros de comida, transporte, comercio, manufactura y bienes agrícolas.
La caída de este sector explicó alrededor del 90% de la variación del indicador general, pues agrupa a la mayoría de empresas del país.
Caída por actividad
Las principales industrias que componen el IMAE decrecieron respecto al mismo periodo del año previo.
Actividad agropecuaria
La actividad agropecuaria decreció un 0,7%, en lo cual influyó la menor demanda externa de bienes agropecuarios, especialmente de piña y, en menor medida, de banano.
Manufactura
La manufactura disminuyó 5,7%, para una desaceleración de 8,2 puntos porcentuales respecto al crecimiento observado en abril de 2019. La industria manufacturera no veía una reducción en su producción desde finales del año 2013.
La producción manufacturera del régimen definitivo registró una reducción de 5% por la menor fabricación de bebidas, frutas y legumbres en conserva, productos de papel, pilas, baterías y materiales relacionados con la construcción.
Además, la manufactura de los regímenes especiales (zonas francas) disminuyó 7,2%, luego de mostrar tasas de crecimiento de dos dígitos durante el 2019 y los primeros tres meses del 2020.
La caída estuvo vinculada a la menor demanda externa de productos como implantes mamarios, calzado, plantillas ortopédicas y láminas de hierro y acero.
Construcción
La construcción disminuyó un 11,4%, con lo cual esta actividad acumula diecisiete meses de variaciones negativas.
Al analizar la construcción por sus componentes, las obras con destino público decrecieron un 13,8%. Este comportamiento se explica por los presupuestos reducidos para construcción por parte de las entidades públicas, así́ como la menor ejecución de los programas de Acueductos y Alcantarillados y el Fideicomiso del MEP.
Además, producto del COVID-19 el ritmo de ejecución del proyecto de la ruta 32 desaceleró3.
Por su parte la construcción con destino privado decreció 8,8%, debido a la reducción de edificaciones residenciales y no residenciales.
Por sus encadenamientos productivos, la contracción de esta industria incide en una menor demanda de insumos manufacturados.
Comercio
La actividad comercial presentó una variación de -15,1%, por la menor comercialización de vehículos, productos textiles, derivados de petróleo, aparatos eléctricos, aparatos del hogar, papel, madera y productos de cuero.
El comercio en general fue fuertemente afectado por el cierre de establecimientos comerciales, una de las medidas tomadas para controlar la pandemia.
No obstante, la emergencia sanitaria provocó un aumento en la comercialización de productos farmacéuticos y las ventas en supermercados de productos alimenticios (granos básicos, productos de panadería y lácteos) y de limpieza.
Servicios
Los servicios disminuyeron un 7,3%, para una desaceleración interanual mayor a los dos dígitos.
La significativa disminución se debió principalmente a la merma en las actividades vinculadas con el turismo, como los servicios de alojamiento, suministros de comida y transporte.
Además, hubo una contracción en la demanda vinculada con la prestación de servicios de enseñanza presencial brindados por el Ministerio de Educación Pública y la desaceleración observada en los servicios exportables (asesoría en gestión de empresas y servicios informáticos).
