Christine Jenkins Tanzi
El magistrado Jesús Ramírez, vinculado al caso del «cementazo», renunció a su puesto de presidente de la Sala III, la encargada de ver asuntos penales.
Tras la renuncia, los magistrados de la Sala de Casación Penal eligieron por unanimidad a la Patricia Solano Castro como nueva presidenta .
El Poder Judicial confirmó que en la sesión de Corte Plena del lunes 22 de junio 2020 se cumplirá con el procedimiento que establece la Ley Orgánica del Poder Judicial. El artículo 52 de esta ley dispone: “Cada Sala elegirá a uno de sus miembros como Presidente, con las facultades y deberes que esta Ley establece”.
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El jueves, la Asociación Costarricense de la Judicatura envió una carta a la Corte Suprema de Justicia pidiendo una investigación disciplinaria ante hechos sucedidos durante una audiencia en Sala III sobre el caso de la Unidad Presidencial para el Análisis de Datos (UPAD).
“Conforme a los vídeos que han trascendido públicamente, es evidente que estamos en presencia de hechos que deben ser revisados y analizados con seriedad y debido cuidado”, escribieron.
“Desde el minuto uno de esta audiencia, es evidente que el Magistrado que preside no está en condiciones para conducirla, sus compañeros tuvieron constantemente que aconsejarlo, indicarle lo que debía decir y corregirlo a cada paso que daba”, según la carta.
“El clima que se fue generando en esta auténtica lección de lo que no debe ser una audiencia judicial y cercena la confianza de la ciudadanía en la administración de la justicia y seguridad jurídica”, agregaron.
Ramírez fue nombrado al puesto el 20 de enero. En el 2018 recibió una suspensión de dos meses por la desestimación de una denuncia contra los exdiputados Otto Guevara y Víctor Morales Zapata, por sus acciones en el caso del cemento.
El juez tomó la decisión de desestimar, a pesar de que un informe del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) mostró decenas de llamadas y una cercanía entre los entonces congresistas y el importador de cemento chino Juan Carlos Bolaños.
Tras el remezón del «cementazo», el resto de integrantes propietarios del alto tribunal – Celso Gamboa, Carlos Chinchilla y Doris Arias – fueron destituidos o se jubilaron, lo que dejó a Ramírez como único magistrado titular.
De manera interina, el abogado venía dirigiendo la Sala desde hace más de un año.
Jesús Ramírez juró como magistrado por quinta vez en el 2017. (Cortesía Asamblea Legislativa)
Siempre invicto
Ramírez fue electo magistrado en 1985 y desde entonces ha sorteado cuatro reelecciones.
En 1993, tras el informe de la Comisión de Narcotráfico, estuvo a un voto de perder su asiento, pero fue renovado su nombramiento.
Ocho años después, en el 2001, los votos en contra tampoco alcanzaron para su destitución. Los 29 rechazos quedaron lejos de los 38 obligatorios. Y en 2009 la falta de un procedimiento por parte de los diputados permitió la reelección automática.
El cuestionado juez se enfrentó por última vez al control legislativo en el 2017 y logró salir airoso.
La Comisión de Nombramientos evitó en ese momento convocarlo para que defendiera su candidatura. En el Plenario 28 diputados lo respaldaron, frente a 22 que rechazaron su quinto periodo.
La designación como presidente de la Sala III era por un plazo de cuatro años, hasta el 2024.
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Christine Jenkins Tanzi
