Desde la Columna
Tatiana Rojas Hernández para El Observador
Al conmemorar en este mes de marzo, el Día de Internacional de la Mujer, éste artículo se orienta hacia la importancia de buscar nuevas oportunidades de equidad de género, a través Programas de Cumplimiento.
Si hablamos de Programas de Cumplimiento de Equidad de Género en la realidad empresarial, éstos deben representar un asunto de fondo y no de forma en la cultura de la organización. No se trata de una moda pasajera. Estamos ante el presente y el futuro en el modo de hacer negocios, los cuales que deben ser correctos, transparentes, éticos y lo más importante con justicia.
Costa Rica aprobó en el mes de junio del 2019, la Ley de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas, número 9699. Esta ley contempla la promoción de la adopción de un modelo de organización, prevención de delitos, gestión y control, así como programas de transparencia y ética empresarial, entre otros.
El modelo de organización denominado “Programas de Compliance” o “Programas de Cumplimiento”, esta dirigido a asegurar un negocio sin o con el menor riesgo a través de la adopción de medidas técnicas, organizativas fundamentales de precaución y de control, exigibles para el desarrollo legal de la actividad de la empresa. Bajo esa perspectiva, el Compliance también debe atender a la equidad de género.
Distintos estudios vienen demostrando que las empresas deben tomar una acción más concreta y decisiva con el tratamiento de la equidad de género, como prioridad empresarial, desde el establecimiento de objetivos hasta la responsabilidad de los líderes por los resultados. Lo anterior, requiere cerrar brechas de género en la contratación y promociones, especialmente desde el reclutamiento.
Aunque en algunos sectores existen críticas sobre las políticas que imponen la igualdad de género e indican que las mismas sirven para generar mercadeo. Lo cierto es que el enfoque de una empresa debe ser siempre el de impulsar a los empleados como individuos.
Para lograr esto, la cultura y la filosofía de la empresa es fundamental y puede promoverse a través de un programa de cumplimiento de equidad de género, que aspire a fomentar una cultura sana y justa para que las oportunidades y las iniciativas no se vean frenadas por temas subjetivos. La mejora continua no conoce géneros.
Tatiana Rojas Hernández, Máster en Derecho Penal Económico
Socia de la Firma Aguilar Castillo Love, atención en las áreas de Derecho Corporativo, Fusiones & Adquisiciones, Derecho Penal Económico y Compliance
Vicepresidente de la Asociación “Women in the Profession Costa Rica”
Correo: [email protected]
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