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De salarios a contratos: mujeres luchan por nivelar la cancha de juego

Cuando la Selección Femenina de fútbol de Costa Rica ganó el bronce en agosto en los Juegos Panamericanos de Lima,…

Por Katherine Ulate A.

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De salarios a contratos: mujeres luchan por nivelar la cancha de juego
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Cuando la Selección Femenina de fútbol de Costa Rica ganó el bronce en agosto en los Juegos Panamericanos de Lima, decenas de voces se alzaron para pedir más apoyo a las futbolistas. Sin embargo, su juego se traza en una cancha desigual en contraste con los hombres. La desigualdad de género se da en todo campo.

Según la Unión de Clubes de Fútbol de la Primera División (Unafut) en el Torneo de Apertura 2018, los clubes recaudaron más de $2 millones en venta de entradas. Pero ni siquiera existen datos de la Primera División femenina. La entrada a los partidos es gratis o cuesta ¢1.000, para subsidiar el pago del estadio.

La brecha de género alcanza todas las áreas del balompié criollo: implementos deportivos, salarios, instalaciones deportivas y dedicación exclusivamente al juego.

Daniela Cruz milita en el Real Club Deportivo Español de Barcelona y tiene claro que las diferencias entre fútbol femenino y masculino son “abismales”. El primero es amateur y el segundo profesional.

En Costa Rica, las jugadoras no son asalariadas, no están inscritas ante la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y carecen de contratos formales.

El Sistema Centralizado de Recaudación (Sicere) de la CCSS indicó que hasta julio de este año, 16 jugadores masculinos de Primera División reportaron ingresos mayores a ¢3 millones. El salario más bajo de un futbolista es de ¢63.277 y el más alto supera los ¢10 millones.

Contar con seguro social cuando se forma parte de un equipo, es tan primordial para las jugadoras como el ganar trofeos para los aficionados. Cruz aseguró que el no contar con esta garantía laboral imposibilita una atención idónea en caso de una lesión.

“Yo que estaba en Saprissa sí tenía un respaldo médico. Pero para otros equipos afrontar una cirugía – que son muy caras en una clínica privada – era casi que imposible y muchos jugadores se tienen que retirar de sus deportes porque una lesión las aleja”, dijo la legionaria.

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Sin remuneración económica

Siendo una actividad aficionada, las jugadoras no reciben un salario fijo. Algunas cuentan con viáticos para ir a los entrenamientos.

Raquel Rodríguez, legionaria en el Sky Blue F.C. de Estados Unidos, valoró que el manejo salarial varía de un país a otro. Pero es un elemento esencial, para poder dedicarse por completo al deporte.

La jugadora ingresó al Sky, luego de ser elegida en el draft, la ronda selectiva, de la National Women’s Soccer League (NWSL) en enero pasado. “Con un salario que no le permite dedicarse solamente al fútbol es imposible llegar a ese potencial”, lamentó.

En el 2015, Estados Unidos aprobó la ley denominada Title IX, que obliga a las universidades a dar las mismas oportunidades de becas deportivas, tanto a hombres como mujeres. La normativa aumentó la producción de jugadores en diferentes deportes.

El texto establece que “ninguna persona en los Estados Unidos, por razones de sexo, será excluida de la participación, se le negarán los beneficios o será objeto de discriminación en virtud de cualquier programa o actividad educativa que reciba asistencia financiera federal”.

Cruz y Rodríguez coinciden en la necesidad de buscar soluciones concretas que vayan cerrando la brecha de género en el deporte.

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“Yo soy entrenadora de fútbol”

La timonel de la Selección Femenina, Amelia Valverde, obtuvo su título de entrenadora en el 2015, año en el que la Tricolor participó en el Mundial de Canadá. En cuatro años ha visto un auge en la categoría de mujeres.

“El fútbol femenino ha tomado, en los últimos años, mucha fuerza. Ha cambiado. Para nadie es un secreto que las condiciones no son las ideales. Pero si hemos sido testigos de que ha existido un cambio a nivel de talento de jugadoras, de cantidad de jugadoras”, comentó la directora técnica.

Valverde es clara y contundente: “yo no soy entrenadora de fútbol femenino, soy entrenadora de fútbol”. Es una de las líderes del deporte, que busca erradicar las diferencias.

La exfutbolista enfatizó en la necesidad de continuar visibilizando el trabajo y desempeño de las mujeres. Así podrán optar a mejores patrocinios y a un aumento en el desempeño deportivo.

Sacrificios desde el Puerto

Priscila Tapia defiende la portería de la Asociación Deportiva Moravia y es seleccionada nacional. A sus 28 años, ya comprendió que los sacrificios son parte de su desarrollo como profesional en el fútbol.

Vive en Puntarenas y cada semana recorre 111 kilómetros para entrenar con el equipo de primera división, en el estadio Luis Ángel “Pipilo” Umaña.

La empresa de buses Scania la apoya con los pases de buses. Y para sufragar viáticos, vende ropa y zapatos.

Tapia relató a El Observador que despegar en el deporte es difícil para une mujer, pues los posibles patrocinadores no las conocen. Por eso instó a los medios de comunicación a cubrir y visibilizar la actividad femenina.

Tras ganar el bronce en Lima 2019, el Consejo Nacional del Deporte y la Recreación acordó becar a las integrantes de la Selección Nacional.

“Es la primera ocasión en que se les reconoce sus triunfos por medio de una beca económica del Icoder, no tanto por el monto de la beca mensual (₡600 mil para cada jugadora) sino por lo que esto representa como reconocimiento y motivación”, destacó el ministro de Deportes, Hernán Solano.

Pero las condiciones siguen siendo desfavorables. Las seleccionadas entrenan a las 5:00 a.m. Luego las futbolistas de Primera División se valen de actividades económicas extra, para continuar forjando su sueño. El apoyo debe transformarse en goles concretos.