Tomás Gómez
El sector productivo acumula años alzando la voz por las altas tarifas energéticas y ahora el propio Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) admite que es hora de un cambio.
Así lo reconoció la propia gerente de la institución, Hazel Cepeda, durante el foro “No más despidos por falta de competitividad en energía eléctrica”, convocado por la diputada liberacionista Silvia Hernández para analizar las repercusiones del costo de la energía en las empresas.
“No podemos permitir que este modelo continúe y tenemos que empezar a subir los niveles de eficiencia del ICE en todos sus negocios”, dijo la jerarca.
Durante sus intervenciones, Cepeda concentró muchas de sus esperanzas en una renegociación de las obligaciones, lo que permita abaratar la deuda y reducir así el costo final pagado por los consumidores.
Presiones y salvavidas
Además de Cepeda y la legisladora Hernández, el foro contó con la participación del especialista Rubén Zamora, Carlos Montenegro como representante de la Cámara de Industrias y el director de la Coalición de Iniciativas para el Desarrollo (Cinde), Jorge Sequeira.
Por medio del intercambio, se generó un diagnóstico sobre el estado actual de las tarifas y el ICE adelantó una potencial hoja de ruta para atender el problema.
¿Cómo llegamos hasta aquí?
Entender la estructura de costos del ICE, según los panelistas, abarca analizar su deuda y el efecto de esta en las tarifas.
Del pasivo, es necesario tomar en cuenta:
- Tipo de cambio: parte de la deuda fue contraída en dólares, lo que la expone a la volatilidad del tipo de cambio, como la que se dio a fines del 2018.
- Infraestructura: el ICE acumula hasta 3.300 inmuebles que no se aprovechan en su totalidad y algunos de los cuales ya podrían estarse monetarizando.
- Plazos acelerados: los financiamientos no responden a la vida útil de las obras, por lo que un préstamos de una obra que operará por 40 años debe pagarse en 15, lo que genera cuotas mucho más grandes que podrían disminuirse al ampliar el plazo de pago.
¿Qué hará el ICE?
Según la gerente del ente eléctrico, la deuda debe ser renegociada; un ciclo que da sus primeros pasos y que debería reflejarse en los recibos de los abonados.
Entre otras medidas, Cepeda menciona:
- Cancelación adelantada: se finalizará por adelantado el pago de infraestructuras como Cariblanco, la subestación Papagayo y las líneas de transmisión de Tejar.
- Aprovechamiento de vencimientos: los contratos por los proyectos de Garabito, Pailas I y Toro III, vencen respectivamente en 2022, 2024 y 2028, lo que dará más disponibilidad de recursos.
- Movilidad laboral: se establecerá un paquete para la salida voluntaria de personal, de manera que se abarate la planilla.
Durante el foro se contó con la exposición de Rolando Charpantier, gerente de la empresa Vicesa, la cual trasladó la mita de sus operaciones a Guatemala por el costo de la energía en Costa Rica. (Cortesía)
Sector en alerta
La actividad fue aprovechada por el gremio industrial para denunciar las alzas del precio del a electricidad y las condiciones de inequidad respecto a países con los que compite Costa Rica.
Según Jorge Sequeira, de Cinde, las tarifas nacionales duplican las de México o Colombia.
Carlos Montenegro, de la Cámara de Industrias, se quejó por su parte de que en la última década los costos locales incrementaron un 100%, mientras que, en Estados Unidos apenas subió 10% y el promedio europeo más bien bajó.
Montenegro lamentó también que la tarifa industrial sea similar a la residencial, pues según él el hecho de requerir electricidad de manera continúa implica menos costos para los proveedores y eso no se refleja en las cuentas.
OBSERVE MÁS Costo de electricidad espanta nuevas empresas y amenaza a las existentes, alerta sector productivo
Finalizada la actividad también evidenció su desacuerdo el ministro de Coordinación con el Sector Privado, André Garnier, quien se mostró indignado por las diferencias de precios de los distribuidores eléctricos y por el hecho de que estos tengan monopolios territoriales.
Garnier planteó además su queja contra los excedentes eléctricos exportados por el ICE, los cuales se venden a precios más bajos que podrían ser aprovechados por el sector productivo local.
