El último intento por declarar la educación como servicio esencial y así bloquear la posibilidad de huelgas en escuelas y colegios, fue enterrada por 41 diputados la tarde de este martes.
La votación se dio en medio del debate para afinar el texto de la ley que regulará las huelgas en el país. Así la iniciativa seguirá reconociendo a la enseñanza como un “servicio especial”.
Eso le garantiza a los educadores la posibilidad de hacer huelgas hasta por 21 días naturales consecutivos o 10 días interrumpidos.
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Último recurso
El congresista de la Unidad Social Cristiana (PUSC), Pedro Muñoz, se encargó de darle el último aire a la iniciativa que finalmente fracasó.
“Los países del mundo desarrollado consideran que la educación es tan preciada que debe ser un servicio esencial”, consideró el diputado.
Según él, “tendríamos un mejor futuro si protegiéramos la educación como un servicio esencial”.
En su intención de aprobar el cambio en el proyecto, Muñoz recordó también el rango constitucional que Costa Rica le dio a la educación y su financiamiento.
Para el momento de la votación, los únicos convencidos fueron el resto de legisladores rojiazules – a excepción de Shirley Díaz – y Paola Vega del Partido Acción Ciudadana (PAC).
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