Sergio Arce
El Ejército de Nicaragua confirmó a medios de ese país que reforzaron la vigilancia en la frontera con Costa Rica, especialmente los llamados “puntos ciegos” por donde suelen salir de ese país o entrar inmigrantes en condición irregular.
De acuerdo con el diario La Prensa, los militares desarrollan una estrategia o plan llamado “Muro de contención” en su lucha contra “el narcotráfico, el crimen organizado y la migración irregular”.
“En tal sentido, en la frontera sur de Nicaragua, el Ejército de Nicaragua no permitirá el ingreso al país de migrantes irregulares por ningún paso no autorizado”, indicó la entidad castrense en un comunicado enviado a ese rotativo.
Entre los puntos donde hay mayor vigilancia militar están los sectores de San Juan del Sur, Rivas y las aguas del Pacífico y el Caribe, agregó la nota, que indica que la medida ocurre en momentos cuando el gobierno de Daniel Ortega se ha mostrado negligente en cuanto a la nula estrategia del país para hacerle frente al coronavirus, que ha causado cerca de 20.000 muertes en el mundo y más dude 430.000 enfermos.
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La acción del Ejército de Nicaragua ocurre también en medio de una profunda preocupación de los habitantes de la Cruz en Guanacaste, que han visto el ingreso y salida de migrantes por “puntos ciegos” de la frontera sin “ningún control”, informó este martes La Prensa.
Las autoridades de Costa Rica decretaron días atrás el cierre de las fronteras, al tiempo que el Gobierno estableció un incremento en la vigilancia en el límite norte y una serie de operativos para custodiar los puntos de ingreso irregulares al país.
La reacción forma parte del paquete de iniciativas con las que Costa Rica busca frenar los contagios de COVID-19.
La prohibición de ingreso al país de extranjeros no residentes provocó el rechazo de 529 personas en la frontera con Nicaragua, de acuerdo con datos proporcionado el pasado lunes 23.
Otros 112 fueron detenidos por estar en condición migratoria irregular en territorio costarricense, según informó el Ministerio de Seguridad.
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Mientras el presidente Carlos Alvarado anunció el cierre de las fronteras y llamó a la población a mantenerse en casa y evitar las aglomeraciones para prevenir el contagio del nuevo coronavirus; su homólogo nicaragüense Daniel Ortega invitó a la ciudadanía a salir a las calles, participar de festivales y recibir a turistas de todo el mundo.
Hace dos semanas, de hecho, el país vecino del norte celebraba la marcha de «Amor en tiempos del COVID-19».
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La misma desidia gubernamental la exhiben sus aliados en el Congreso. Un video proporcionado a El Observador por el medio independiente Nicaragua Investiga muestra al diputado Byron Jerez con gripe, estornudando y acumulando las toallas con secreción nasal a un lado en su escritorio en el plenario, rodeado de otros congresistas.
El medio digital 100% Noticias publicó que el legislador no solo no cumple con las disposiciones sanitarias establecidas por la Organización Mundial de la Salud, sino que expone a contagiar al resto de sus compañeros, quienes incluso fueron captados por el diario La Prensa burlándose de aquellos diputados que llegaron el plenario usando mascarillas.
