El 22% del café nacional es bajo en emisiones

El 22% del café del territorio nacional se produce de manera sostenible y es bajo en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), según datos del Proyecto NAMA Café.

El proyecto es implementado por el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), el de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Instituto del Café de Costa Rica (Icafe).

Una NAMA es una Acción de Mitigación Nacionalmente Apropiada (por sus siglas en inglés), un concepto introducido en la Conferencia de las Partes (COP) en Bali en el 2007.

La iniciativa apoya al sector cafetalero para reducir las emisiones perjudiciales, durante la producción y el procesamiento del grano, así como adaptarse al impacto del cambio climático.

Este miércoles, los jerarcas de las instituciones se comprometieron a continuar con la promoción de las acciones contempladas en NAMA, para ampliar la cantidad del café que se produce bajo un modelo sustentable.

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“Cuando iniciamos con este proyecto, muchos caficultores no tenían noción del impacto que su cultivo tenía en el cambio climático y viceversa; y menos de qué hacer para cambiar esto”, dijo Renato Alvarado, ministro de Agricultura y Ganadería.

“Las actividades de la NAMA Café han llevado a que hoy, el 22% de la producción de café nacional sea baja en emisiones, sostenible y mejor adaptada al cambio climático. En los cinco años que vienen esperamos extender esto al resto del sector”, expresó Alvarado.

El ministro de Ambiente y Energía, Carlos Manuel Rodríguez, aseguró que los conocimientos adquiridos servirán para replicar la iniciativa a otros cultivos y sectores.

El sector agrícola ha sufrido fuertes golpes, ante la situación económica que atraviesa el país. El café no escapa al impacto. Según datos de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer), los ingresos por exportaciones de café cayeron 6%.

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Miles de trabajadores capacitados

Como parte de NAMA Café, más de 8.900 productores se capacitaron. Estos cafetaleros abarcan un área de 25.000 hectáreas (un 22% del área sembrada con café en el país), en la aplicación de buenas prácticas agrícolas.

El cambio implica:

• adaptar su producción a las condiciones climáticas cambiantes
• minimizar el impacto de enfermedades
• y mantener la productividad de su cultivo
  

Además se plantaron alrededor de 75.000 árboles de sombra en fincas cafetaleras del país, que contribuyen a la captura de carbono. La Fundación Banca Ambiental (Funbam) apoyó el proceso.

Más de 60 firmas beneficiadoras de todo el país (24% del total registrado ante el Icafé) fueron acompañadas en el levantamiento anual de sus inventarios de GEI por medio de capacitaciones y asesoría técnica.

Tras definir áreas de intervención prioritarias, las empresas implementaron cambios tecnológicos y optimizaron sus procesos para reducir las emisiones de GEI, el consumo de agua y de energía.

Para continuar la aplicación del NAMA en la totalidad de la producción cafetalera nacional, queda activada hasta diciembre del 2020 una línea de crédito del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) por $8 millones.

Iniciativa con cultivos de café

Dentro de los esfuerzos del NAMA Café se capacitan a productores costarricenses en la aplicación de buenas prácticas agrícolas (BPAs) para adaptar su producción a las  condiciones climáticas cambiantes.

“El valor agregado les abre puertas a los caficultores y caficultoras para entrar en negociaciones con compradores a nivel mundial; con una preferencia por un café sostenible y de alta calidad”, indicó Xinia Chaves, directora del Icafé.

En el proyecto también participa la Cooperación Alemana para el Desarrollo GIZ, sobre todo en la línea de créditos para firmar beneficiadoras.