Deportes

El grito del campeón ante el eco de las gradas vacías

Corrían por la cancha entre antimotines y la desazón del adversario. Se abrazaban, lo gritaban y se lo echaban en…

Por Paulo Villalobos

Tiempo de Lectura: < 1 minutos
El grito del campeón ante el eco de las gradas vacías
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Corrían por la cancha entre antimotines y la desazón del adversario. Se abrazaban, lo gritaban y se lo echaban en la cara a los que por unos 120 minutos les hicieron la vida imposible a punta de insultos.

El Club Sport Herediano apagó la euforia de la afición de Liga Deportiva Alajuelense con una soberbia definición desde el punto penal, que arruinó noche a unos 18.000 espectadores que se desgalillaron con el 2-0 que los puso a soñar con la ansiada estrella 30.

Todo cambió cuando Yendrick Ruiz descontó para los rojimarillos y le devolvió la vida a su equipo.

El tanto cayó sobre el final, cuando los manudos entonaban el que consideran su himno; ese que dice: “y vamos a salir campeones no tengo duda”.

La anotación representó una embestida fulminante para el estadio Alejandro Morera Soto, que de ahí en adelante se convirtió en un recinto vacío que temblaba, pero de nervios.

Con cada minuto que pasó en los tiempos extras y con cada lanzamiento desde los once pasos, el silencio comenzó a imperar hasta su desenlace final.

Para cuando el Team se fue a colgar la medalla de oro en el pecho, la Catedral yacía desocupada, apenas con unas decenas de aficionados que se quedaron -entre lágrimas- para despedir a la Liga.

Con las tribunas de concreto rebotaba el We Are the Champions, entonado por la legendaria voz de Freddy Mercury, con el acompañamiento de los gritos del plantel rojiamarillo.