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El ‘rey Midas’ belga de las palomas mensajeras

Joël Verschoot es el feliz criador que en marzo vendió una paloma mensajera por 1,25 millones de euros (1,4 millones de dólares), el famoso “Armando”. Ahora, aprovecha su jubilación para mimar a sus campeones a tiempo completo, con una nueva venta récord en mente.

Por AFP

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El ‘rey Midas’ belga de las palomas mensajeras
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por Matthieu Demeetere

Joël Verschoot es el feliz criador que en marzo vendió una paloma mensajera por 1,25 millones de euros (1,4 millones de dólares), el famoso “Armando”. Ahora, aprovecha su jubilación para mimar a sus campeones a tiempo completo, con una nueva venta récord en mente.

“¡Increíble!”, fue la palabra que repitió “mil veces” Verschoot durante esa subasta en línea con la que pulverizó su anterior récord: 400.000 euros por la venta de la “Nadine”, también a un rico coleccionista chino.

La transacción la tiene gravada a fuego. En la fase final, explica a la AFP, dos chinos estaban codo con codo pujando “con aumentos de 100.000 euros” en sus ofertas, antes que uno de ellos tirara la toalla.

“Nunca pensamos que pudiera subir de esta manera”, asegura este jubilado de 64 años, seducido desde muy joven por la colombicultura gracias a su padre, quien también entrenaba palomas para concursos de fin de semana.

Pero frente a los 50 ejemplares del padre, Joël, el único de sus nueve hijos en seguir sus pasos, cuenta actualmente con unos 300. Y además piensa transmitir su pasión a su hijo Dieter.

(Foto by Kenzo TRIBOUILLARD / AFP)

China, el primer cliente

Desde su jubilación en 2015, este antiguo empleado de un matadero, que comenzó a trabajar con 14 años, convirtió su afición favorita en una actividad a tiempo completo, consagrando 10 horas al día al cuidado y el entrenamiento.

Su apuesta por el comercio vino de la mano del interés creciente de inversores chinos en estas aves belgas, reputadas como unas de las mejores palomas mensajeras del mundo. 

Actualmente, los ciudadanos chinos son los primeros clientes del sitio belga de subastas Pipa (Pigeon Paradise), representando el “40% del volumen de negocio”, según su presidente ejecutivo Nikolaas Gyselbrecht.

Verschoot explica que construyó su reputación internacional con los resultados obtenidos en los concursos de “media distancia” (de 500 a 700 kilómetros), su especialidad.

Tras liberarlas a primera hora de la mañana, en este tipo de concursos, las palomas macho o hembras vuelven esa misma noche junto a su pareja, tras una carrera a 80 km/h de media.

Dos semanas antes del concurso, las parejas se separan. Y esa larga abstinencia sexual es la que estimula a la paloma el día del concurso para encontrar rápidamente el camino de vuelta, explica. “Rápido, rápido, a casa”, bromea.

No sólo “esperma”

“Armando”, una paloma “muy lista”, ejemplifica su éxito. A principios de 2019, el ejemplar se impone en Poznan (Polonia) en una especie de Liga de Campeones de las palomas mensajeras, donde los países europeos envían a los mejores.

Tras la venta, “Armando” habría sido trasladado a una granja de cría en Bélgica, dirigida por chinos, para aparearse. Su comprador, un constructor que organiza apuestas en China, considera su ADN como el de un pura sangre.

Joël cuida especialmente de los descendientes, en particular “de un hijo y de una hija”, a los que ha aislado para que puedan procrear entre ellos.

“Pronto habrá nietos de Armando que se venderán, cada vez más caros, y de manera interminable”, explica el criador.

Pero esta “profesionalización” irrita a algunos. 

“Un aficionado ordinario a la colombicultura nunca se interesaría por una paloma por su esperma. Esto no promoverá el deporte”, asegura a la AFP Bernard Ancia, de la revista especializada ‘La Colombophilie belg.

Enraizada en Bélgica, donde hay casi 20.000 criadores autorizados, pero también en Países Bajos y el norte de Francia, la tradición de las competiciones de palomas mensajeras tiende a perderse, explica.

“Tienes que dedicarle tiempo y al aficionado no le acompaña a menudo su mujer o sus hijos”, lamenta.

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