Paula Umaña
El exministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, dejó ayer su puesto tan solo a seis meses de asumirlo. También dejaron sus cargos los jerarcas de Ciencia y Tecnología, Luis Adrián Salazar, y la de Comunicación, Nancy Marín.
El hecho ha generado gran preocupación en el sector privado, ya que genera aún más incertidumbre en el contexto de crisis económica y sanitaria.
Para Álvaro Sáenz, presidente de la Unión de Cámaras (Uccaep), la más delicada de las renuncias es la de Chaves, con quien la unión coincidió en la necesidad del veto presidencial a la ley que eximía de la regla fiscal a los municipios, pero a la que el presidente de la República, Carlos Alvarado, hizo caso omiso.
“El país requiere de profundas reformas estructurales en todos los campos, y eso genera las reacciones de grupos interesados en que nada cambie, para mantener sus ventajas dentro del aparato estatal”, señalaron desde Uccaep.
Asimismo, el sector privado aboga por posiciones valientes y decididas de parte el gobierno para tomar las medidas de contención fiscal, empleo público y reforma del estado y someter a la administración pública a una cirugía mayor y estabilizar a la sociedad costarricense.
“Debe de marcarse el rumbo de respeto y apoyo a la empresa privada, micro, pequeña, mediana y grande del país y a los trabajadores independientes, quienes son los que producen y generan riqueza para hacer viable la existencia del estado y sus instituciones, entre ellas el sistema de salud”, enfatizó Sáenz.
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Conflictos internos
Otra de las cámaras que externó incertidumbre por la salida de Chaves fue Cámara de Comercio Exterior de Costa Rica y Representantes de Casas Extranjeras (Crecex).
“Lo que más genera preocupación son las razones por la que tuvo que presentar su renuncia: el Presidente Carlos Alvarado mostró poca firmeza en respetar la regla fiscal que su Gobierno había impulsado y que fue aprobada por los diputados”, señaló José Manuel Quirce, presidente de Crecex.
Asimismo, insistieron en que debe existir un firme compromiso de todo el sector publico para ahorrar los recursos que se requieren para restablecer la economía del país, ahora muy deteriorada por la pandemia del COVID19.
Quirce llamó la atención sobre el hecho de que a nivel internacional hubo ya una reacción negativa a esa renuncia y los bonos del estado bajaron de precio en las bolsas internacionales.
Además, para Enrique Egloff, presidente de la Cámara de Industrias de Costa Rica, los cambios abren la posibilidad de replantear acciones, metas y prioridades, en un contexto de recesión y aumento marcado del desempleo como la que el país vive ante el COVID-19.
- Lucha frontal contra el comercio ilícito, el contrabando y la evasión
- Simplificación tributaria para que el costo administrativo de cumplir con las obligaciones sea el más bajo posible
- Agilidad en aduanas para un comercio transfronterizo eficiente
- Control del gasto público para amortiguar la enorme pérdida de ingresos que se ha tenido por el COVID-19, incluyendo la aplicación de la regla fiscal y el impulso a la Ley de Empleo Público.
Desde la Cámara de Construcción (CCC), aseguran este tipo de cambios en el Ejecutivo acrecienta la incertidumbre y paraliza la toma de decisiones de los inversionistas y los consumidores.
“Es necesario que el Gobierno genere estabilidad y dé señales claras sobre el rumbo económico y las medidas concretas que se implementarán para lograr la reactivación económica que se requiere para atender los graves problemas de empleo que están afectando a la población”, señaló la CCC.
El sector construcción reiteró que la falta de una ruta de reactivación clara profundizará la crisis económica de los diversos sectores productivos, entre ellos, el de la construcción.
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Paula Umaña
Un viaje diario entre palabras, versiones, hechos y verdades. Una periodista en constante aprendizaje, con el sueño de ser bióloga marina y sumergirse en las historias más profundas del gigante acuático.
