Redacción El Observador
Después de China, Italia ha sido el país más afectado por el coronavirus con cerca de 3.000 muertos en un mes, y muchos italianos imploran al resto del mundo que se proteja contra este asesino invisible.
“Protégete, te lo ruego. No escuches a los que sostienen que no es nada”, tuiteó la monja Linda Maresca. “Ya se los advierto, para que no tengan que pasar por lo que vivimos aquí”, escribió el bloguero italiano Marco Cartasegna a sus 386.500 seguidores en Instagram.
Ambos mandaron sus mensajes en total confinamiento, como el resto del país, tanto que los enfermos en los hospitales no reciben visitas, menos aquellos que están delicados.
Por eso, un miembro del Partido Demócrata del distrito 6 de Milán organizó con otros partidarios una campaña para comprar tabletas y donarlas a centros sanitarios. El objetivo es que esas personas puedan despedirse de sus allegados.
Esto escribió en su cuenta en Facebook el concejal Lorenzo Musotto:
«La idea llegó por casualidad de la Dra. Cortellaro, primaria del San Carlo, que en una entrevista contaba el dolor de las personas que entraban solas al hospital y que se iban en total soledad conscientes de lo que iba a pasar, y de la escasez de medios tecnológicos para las videollamadas a los familiares.
Así, como Partido Demócrata de la Zona 6, compramos tabletas para donar a las instalaciones sanitarias (en este caso un hospital y un hospicio) para permitir a los enfermos poder saludar a sus seres queridos una última vez»
El concejal Musotto ha estado en cuarentena durante 14 días tras estar en contacto con un amigo que fue diagnosticado con la enfermedad y que ya se recupera.
Italia suspendió no solo las visitas a los hospitales, sino que también todas las ceremonias religiosas, incluidos los entierros.
El miércoles, en la ciudad italiana de Bérgamo, muy golpeada por el COVID-19, los autos fúnebres esperaban en fila frente a la valla cerrada del cementerio Monumental.
“Cerramos el cementerio para que la gente no tomara el autobús desde la ciudad para despedirse de sus allegados”, explicó el alcalde Giorgio Gori. “Pero abrimos el velatorio y la capilla para colocar numerosos féretros”, dijo.
Las bendiciones fueron breves.
En estos ataúdes estaban personas que murieron por el coronavirus, y que fueron cremadas este miércoles en la ciudad de Bergamo, en la región de Lombardia, la más afectada por la pandemia. AFP
En Sicilia, 48 personas fueron incluso multadas por haber seguido un cortejo fúnebre.
Para atenuar la tristeza, algunas empresas como el grupo francés de pompas fúnebres Advitam propone ofrecer “gratuitamente un servicio de transmisión en video de las ceremonias de exequias de todas las familias”.
