Christine Jenkins Tanzi
En una nueva modalidad de estafa, los privados de libertad llaman a personas para advertirles sobre problemas con sus seguros. El objetivo es conseguir acceso a las cuentas bancarias de personas, según advirtieron autoridades del Ministerio de Seguridad y de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC).
El timo se suma a la gran cantidad de llamadas telefónicas que se producen desde las cárceles. Los reos tratan de hacerse pasar por funcionarios bancarios, para inducir a las personas a dar su pin o la clave de su cuenta.
“Además de llamadas de funcionarios bancarios, tenemos la problemática de que ya lo están cambiando a seguros, al estar de moda el pago del marchamo, entonces lo llaman a usted por tema de seguros”, explicó Rodney Jiménez, asesor en temas de seguridad bancaria de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC).
Los comentarios pueden ser advertencias de que su seguro está vencido, o que va a tener problemas con el servicio. Otros modos ya conocidos son las llamadas que tratan de aprovecharse de personas que venden algún bien, o que inducen a clientes bancarios a pensar que alguien está sacando plata de su cuenta en un cajero automático.
Las páginas de las entidades financieros no han sido vulneradas, sino que las víctimas revelan sus datos personales ante criminales que tienen información previa recopilada de redes sociales y datos civiles.
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Mayor cuidado en fin de año
Por eso, ante la época festiva, las autoridades urgieron a los usuarios a no revelar datos personales o de sus cuentas bancarias por teléfono para evitar ser víctimas de delitos.
“El fraude estimado que se materializó es de ¢3.500 millones que se perdieron el año pasado, que incluso han salido del país esos fondos, de acuerdo con la información que se mantiene, y que ha servido para financiar otro tipo de delitos”, dijo Roberto Méndez, director de Servicios de Seguridad Privados del Ministerio de Seguridad, citando información que maneja la comisión de seguridad financiera.
Una operación especial del Ministerio Publico y la Policía Judicial en los centros penales logró bajar la incidencia sustancialmente, al remover celulares y gran cantidad de equipo. Además trabajan con personal especializado de operadores de telefonía celular, para inhabilitar líneas que se originan dentro de los centros.
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Estas estafas son algo que se esperan controlar más eficientemente cuando logren bloquear las señales celulares en las cárceles, lo cual podría demorar alrededor de seis meses, agregó Méndez.
“Es claro que los delincuentes dinamizan las prácticas para abarcar más personas y de esa manera generar más fraudes. Es así que insistimos en aumentar la cultura de seguridad para revelar datos por teléfono o internet”, recalcó.
Aunque la preocupación principal son las llamadas, otras recomendaciones para las personas serían estar muy precavidos a la hora de visitar cajeros, visitando los ubicados en centros comerciales con cámaras, así como evitar el uso de cantidades grandes de efectivo haciendo uso de tarjetas.
También se aconseja acompañar a los adultos mayores que normalmente llegan solos a hacer trámites bancarios.
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Christine Jenkins Tanzi
