Retina Económica

Estudiante tico construye primer motor de cohete de combustible líquido en Centroamérica; Universidad de Purdue destaca su labor

Un estudiante costarricense que estudia en la Universidad de Purdue, en Estados Unidos, fue reconocido por su universidad por construir…

Por Paula Umaña

Tiempo de Lectura: 2 minutos
Estudiante tico construye primer motor de cohete de combustible líquido en Centroamérica; Universidad de Purdue destaca su labor
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Un estudiante costarricense que estudia en la Universidad de Purdue, en Estados Unidos, fue reconocido por su universidad por construir el primer motor de cohete de combustible líquido en Centroamérica.

Se trata de Roy Ramírez, estudiante de tercer año de la Facultad de Ingeniería de ese centro de estudios.

Pese a que estudia en América del Norte, Ramírez prefirió construir en Costa Rica, según publicó el medio de comunicación de la Universidad de Purdue, The Exponent.

“El punto de hacerlo en casa en Costa Rica es para que (las personas) puedan hacerlo con componentes listos para usar. Es para alentar a los costarricenses a soñar un poco más”, dijo Ramírez a The Exponent.

La Universidad de Purdue es una institución líder en investigación y reconocida a nivel mundial por su programa en aeronáutica y astronáutica. Ramírez estudia en ese centro de enseñanza desde agosto del 2017.

Propulsor líquido

Ramírez explicó que hay dos tipos principales de propulsor de cohete, uno sólido y uno líquido. El motor que hizo, llamado P-5, tiene un propulsor líquido.

“Uno líquido es más complicado. Se almacena en estado líquido en tanques. Hay un sistema de tuberías, bombas, sensores, un inyector para mezclar propulsores, medir temperatura, presión, caudales”, explicó el ingeniero al medio de su universidad.

Ramírez utilizó materiales disponibles en Costa Rica, a pesar de que en Estados Unidos cuenta con un mayor abanico de posibilidades. Asimismo, construyó su trabajo teórico y realizo pruebas tanto en el país, como en Purdue y Francia.

El dispositivo unos segundos después de una prueba caliente (foto: The Exponent).

La idea de Ramírez era crear el motor con componentes más baratos y accesibles en el país, para demostrar que un proyecto como este no necesita estrictamente de laboratorios de última tecnología.

Para el proyecto, el ingeniero tuvo que hacer gran parte de la programación y el estudio financiero por su cuenta, ya que era un proyecto casi completamente independiente.

Para esto, realizó un estudio de mercado en el que obtuvo alrededor de 300 cotizaciones de 48 empresas manufactureras en 16 países diferentes para la fabricación.

Educación de propulsión

El costarricense aseguró que las lecciones más valiosas que aprendió no vinieron de construir el motor del cohete, sino de ver las diferentes perspectivas necesarias para desarrollar el motor, como los aspectos financieros y de fabricación.

Según explicó Ramírez a su universidad, el P-5 no estaba destinado a ser un motor potente; sino que el proyecto pretendía comprender las implicaciones financieras, de fabricación y técnicas de construir el dispositivo.

Actualmente, el estudiante está tratando de establecer una colaboración entre Purdue, Francia y Costa Rica para expandir la educación de propulsión en Costa Rica.

“Estoy muy orgulloso del trabajo que ha realizado”, dijo Tyson McFall, asesor académico de Ramírez en Purdue, a The Exponent.

Fotografías tomadas The Exponent.

Temas: