Tomás Gómez
La campaña política del 2010 le dejó al Partido Acción Ciudadana (PAC) un señalamiento por estafa y a dos de sus dirigentes condenados a cárcel. Este lunes, Francisco Molina, quien fungió como jefe del proceso electoral, aseguró que nunca supo nada de lo que ocurría.
“Las noticias del procedimiento que se abrió y de las investigaciones, yo me entero por medios de comunicación un año o dos años posterior a la campaña”, dijo en comparecencia ante los diputados. La Asamblea Legislativa formó una comisión especial que estudia las campañas del PAC.
Una década después de la contienda, Molina afirmó que fue una campaña totalmente normal. En el 2010, el candidato rojiamarillo, Ottón Solís, acabó derrotado por Laura Chinchilla.
“Fue como cualquier campaña. Tan es así que no estuvo en cuestionamiento el trabajo del comando”, señaló el también exdiputado del PAC.
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Memorias electorales
Ante los diputados de la comisión legislativa que investiga eL financiamiento de las campañas del PAC en el 2002, 2006 y 2010, Molina mencionó estar separado de la política.
“Yo soy el menos objetivo para hacer un balance de lo que es el PAC por situaciones bastante fuertes que he pasado”, comentó.
De su paso por la dirección de la campaña, dijo recordar las complicaciones por la falta de financiamiento por mal desempeño en las encuestas.
El PAC ganó el 26% de los votos. Con los resultados, ganó el derecho a mayor deuda política de la que había invertido. Sin embargo Molina se rehusó a hablar del tema. Argumentó que su responsabilidad acabó la noche de las elecciones.
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Al banquillo
Tras un proceso judicial extenso, se determinó que el PAC liquidó contratos por servicios que se dieron de forma voluntaria.
Por ese hecho se presentó en primera instancia una condena por ¢352 millones. Luego el Tribunal de Apelación la incrementó a ¢516 millones.
El monto deberá ser revisado por orden de la Sala III, quien fue enfática en que sí hubo delito.
Los mismos magistrados mantuvieron las condenas de 6 años contra el extesorero del PAC Maynor Sterling, y de 3 años contra Manuel Antonio Bolaños, exfuncionario de la agrupación.
Molina evitó referirse a las condenas de sus excompañeros. Adujo que “los Tribunales ya definieron quienes eran los responsables”.
Sin embargo defendió a ambos. A Bolaños lo definió como “una víctima del proceso”. Sobre Sterling justificó su actuación como un error de interpretación.
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