Tomás Gómez
El triunfo de Restauración Nacional en la primera ronda del 2018 dejó como herencia, además de la sorpresa, una bancada de 14 diputados que -con excepción de su líder, Carlos Avendaño- eran desconocidos para la mayoría del país.
Comenzó entonces una revisión de antecedentes entre los nuevos legisladores y la revisión de sus redes sociales dejó memes y cuestionamientos por su falta de experiencia, la escasa preparación y hasta una dudosa ortografía.
En medio de esa excavación surgió el caso de Floria Segreda, una abogada josefina a quien en el 2010 se le había prohibido ejercer el notariado por seis meses a raíz de la lentitud con que manejaba los casos.
Aún faltaban semanas para que Segreda jurara su cargo como “Madre de la Patria” y comenzaba a coleccionar incidentes.
Un salario que no se toca
Luego de meses de investigar la situación en el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), la Comisión Legislativa de Niñez y Adolescencia estaba lista para presentar, el martes pasado, un informe tajante sobre la crisis de la institución.
Aunque la noticia no era menor, fueron pocos los diputados que asistieron a la sesión, entre ellos Segreda, la secretaria del grupo.
A la misma hora que se pedía la cabeza de la presidenta ejecutiva del PANI un grupo de agentes judiciales allanaba el despacho de la legisladora por la causa penal que se le sigue por tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito.
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La prensa, convocada por el tema del Patronato, abandonó de inmediato la sala y se trasladó a la oficina de Segreda para ser testigo de una jornada de más de seis horas de recolección de pruebas liderada por la Fiscal General, Emilia Navas.
El caso surgió meses atrás cuando se solicitó un embargo salarial contra Segreda, que fue condenada a pagar cerca de ¢25 millones por las costas de un juicio.
Mediante una carta, la congresista le pidió a la administración de la Asamblea que no se le aplicara la sanción, lo que habría configurado los delitos por los cuales el Ministerio Público emprendió las acciones.
La búsqueda de evidencias se hizo larga y hasta se buscó ayuda médica porque, supuestamente, la salud de Segreda se vio afectada en medio de las diligencias.
Finalizada la revisión de su oficina, la parlamentaria dio escuetas declaraciones donde dijo ser una víctima del proceso y haber sido estafada.
En ese momento el trabajo de la Fiscalía se concentraba en el Departamento Financiero del Poder Legislativo, cuyo director, Mario Delgado, fue imputado por incumplimiento de deberes dentro de la misma causa.
La parábola de la hija pródiga
En su primer año como diputada Segreda alcanzó el peculiar récord de haber pasado por tres fracciones legislativas.
Entró a Cuesta de Moras como integrante del partido del sol pero el 23 de octubre del 2018 salió detrás de Fabricio Alvarado a fundar Nueva República.
Ahí aguantó seis meses y volvió a tocar la puerta de Restauración Nacional, alegando que en el experimento fabricista no era tomada en cuenta y no había “un proyecto país”.
Como parte del bando desertor, Segreda protagonizó episodios como su pelea para mantener su curul de frente al Congreso y no en las filas laterales, pues según ella padece de vértigo y no podría sentarse en esos espacios, que la obligarían a sentarse de medio lado para ver al Directorio.
Irónicamente, una vez zanjada la pelea, su silla terminó siendo una de las ubicadas a la izquierda del salón, junto a la bancada de Acción Ciudadana.
Siempre en titulares
En los 19 meses que lleva de gestión la actual Asamblea Legislativa algunos diputados han acaparado portadas por sus proyectos, otros por sus intervenciones y hasta por sus infidelidades.
Floria Segreda, por su parte, ha protagonizado otros de los momentos que han dejado huella en la legislatura.
Ocurrió así en el primer audio que se le filtró a su compañero Melvin Núñez.
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El representante porteño le reclamó su salida de la Comisión de Nombramientos en términos que llevaron a Segreda a demandarlo penalmente por amenazas.
Restauración Nacional corrió a amistarlos y a publicar videos donde Núñez le pedía “mil veces perdón”, un gesto insuficiente pues la querella no se retiró.
La polémica se repitió cuando consultó sobre el impuesto de renta que se cobra a los gastos de representación de los diputados, idea que le valió críticas por defender las remuneraciones en medio de la estrechez fiscal.
Lo que ha pasado y lo que vendrá
En su tiempo como diputada, Segreda ha presidido la Comisión de Jurídicos y ha sido secretaria en los foros de Nombramientos y Niñez.
También ha integrado las comisiones de Internacionales y la del Derecho a Huelga.
Sola o acompañada ha presentado un total de 88 proyectos de ley.
Entre sus actividades profesionales del pasado, su labor actual y los años que le quedan de gestión queda latente la posibilidad de que Floria Segreda protagonice, una vez más, las noticias.
