Harold Leandro
En un giro propio de telenovela mexicana, el defensor hondureño Henry Figueroa cambió la versión de su salida de Alajuelense y ahora la atribuye a “amenazas de muerte”.
Diario Diez de Honduras publica este viernes una entrevista exclusiva con el catracho en que la si bien se refiere al tema, no es claro al afirmar los verdaderos motivos, pues aduce que su seguridad y la de su familia está en peligro”.
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Para empezar con algo positivo, acepta que en efecto no se sometió al examen antidopaje el cual debió realizar luego del partido de vuelta de la final de la segunda fase del torneo de Apertura 2019, efectuado el 8 de diciembre.
Ese día, al momento de realizar la prueba, Figueroa rompió en llanto y afirmó que una llamada desde su natal Honduras le informó que su madre había fallecido.
Ante ello, salió veloz del estadio Alejandro Morera y no se sometió al examen para detectar si consumió alguna sustancia dopante.
Luego, la prensa catracha dio a conocer que la madre del zaguero no había muerto, a lo que Figueroa indicó que la fallecida era su abuela, a quién él tenía como madre.
Hoy cambia la versión y afirma que su abuela también es de este mundo y cuenta otra versión de los hechos.
Sostiene que salió intempestivamente de Costa Rica hacia Honduras porque su esposa recibió en tierras catrachas llamadas con amenazas de muerte para él y su familia.
Agrega que no explicó la situación real porque podría poner en más peligro a su familia si contaba lo de las amenazas.
“He tenido miedo de hablar porque es una situación bien difícil ya que el riesgo lo corre mi familia y yo, es algo muy delicado”, aseveró Figueroa a Diez.
Según el jugador, es tan delicada la situación que atraviesa que no le alcanzaron los dos días que le dio la dirigencia manuda para arregarla, por lo que se quedó más días, motivo por el cual la Liga le rescindió el contrato. “Todo se me salió de las manos”, aseguró Figue.
A reglón seguido, agregó que no fue despedido de Alajuelense, sino que se trata de una rescisión de contrato por “mutuo acuerdo” entre las partes.
Añade que al volver a Costa Rica llegó con la intensión de jugar los dos partidos de la “Gran Final” pero “emocionalmente yo estaba muerto”.
Cuando el periodista Julio Cruz, autor de la nota, le pidió que ampliara los motivos de todo este caso, respondió: “Me gustaría explicarte bien a fondo, pero no puedo. Se están enfocando más en por qué no hice la prueba doping cuando hay una situación delicada. Ahorita lo más importante es la seguridad de mi familia, espero en Dios arreglar esto”.
Harold Leandro
