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Hotel Morazán enfrenta posible cierre ante “bola de nieve” con permisos, por morosidad ante la CCSS

El Hotel Morazán enfrenta la posible clausura por parte del Ministerio de Salud, al no poder renovar su permiso debido…

Por Christine Jenkins Tanzi

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Hotel Morazán enfrenta posible cierre ante “bola de nieve” con permisos, por morosidad ante la CCSS
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El Hotel Morazán enfrenta la posible clausura por parte del Ministerio de Salud, al no poder renovar su permiso debido a la morosidad de la empresa con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

El local ubicado a pocos metros del Parque Morazán en el centro de San José, tiene una deuda pendiente por cuotas obrero patronales de ¢100 millones con la Caja, mientras busca lograr un acuerdo. Las autoridades le piden primero pagar unos ¢52 millones o aportar una garantía en un trámite que podría demorarse varios meses, según el abogado Hugo Navas.

El atraso le imposibilita tramitar un nuevo permiso de salud. Esta semana, el Ministerio de Salud señaló que va a proceder a la clausura del hotel. Uno de los requisitos para otorgar el visto bueno, es estar al día con el seguro social, según establece el reglamento general aprobado en el 2016.

El hotel interpuso un recurso de apelación el 4 de febrero.

El Morazán tenía un permiso de funcionamiento válido para hospedaje hasta septiembre del 2020. Sin embargo Salud solo reconoce el permiso unificado para las dos actividades de hotel y restaurante, el cual se encuentra vencido.

Disputa por permiso

El Morazán Hotel & Casino tiene hospedaje, un casino y el restaurante tipo sportsbar Tropical en el local 50 metros sur del kiosco del Parque Morazán. (El Observador)

La empresa cuestionó el posible cierre, pues hace cinco años se les otorgó el permiso que vence en el 2020.

“Manifiesta que ‘existe un único permiso de funcionamiento para ambas actividades desde el año 2006’. Señor Ministro, y entonces, cómo es que existe un permiso de funcionamiento extendido por ese ministerio con fecha del 8 de setiembre de 2015, o sea nueve años después de ese otro acto”, escribió Navas.

La anterior administración había solicitado unificar los permisos y los nuevos encargados “por desconocimiento” y por la misma indicación del área rectora de Salud solicitaron la renovación del permiso anual, según argumentan.

“Solicitamos que dejara sin efecto la solicitud de renovación, pues la misma no tenía sentido, ni interés actual, dada la vigencia del permiso supra señalado, pero contrario a la lógica, sana crítica y principios generales del derecho administrativo, resuelve (…) rechazar nuestra solicitud y ordenar proseguir con el proceso de clausura”, se lee en el recurso de apelación.

Al cierre de edición, Salud no confirmó si el permiso anterior para hospedaje en algún momento quedó cancelado, revocado o cuál regla impedía que se reconociera.

Respuestas desalentadoras

La empresa alegó que ha tenido dificultades para cumplir con el pago de cuotas obrero patronales, ante la situación económica. (El Observador)

Para suscribir un acuerdo de pago, el hotel debe presentar una garantía que respalde la deuda, contestó la CCSS.

“La institución le ha ofrecido al patrono las alternativas que reglamentariamente la CCSS tiene dispuestas. Se aclara que la institución está en la mejor disposición de suscribir un acuerdo de pago con el patrono, de acuerdo a la normativa vigente en materia”, contestó José Eduardo Rojas, director de Cobros de la Caja.

“Aún el patrono no ha presentado una propuesta formal y el plazo de suscripción del acuerdo está en función de la garantía, sin embargo no requiere de tanto tiempo, es decir, es mucho menor de los tres meses”, según Rojas.

Erika Carvajal, gerente del Hotel Morazán, teme las consecuencias para las reservaciones y huéspedes del hotel, de darse una clausura.

“Estamos tratando de pagar ¢12 millones al mes a la Caja, en ocho meses estamos cancelando la deuda. ¿Por qué nos van a cerrar? No lo concibo, la gente vive aquí aterrada de que nos vayan a cerrar. El problema es que lo debemos y lo que queremos es pagarlo”, comentó Carvajal.

“No estamos al día con la Caja y no hemos podido llegar a un acuerdo. ¿Entonces qué hacemos, cerramos? ¿Quebramos? ¿Mandamos a la gente a la casa?”, agregó.

Salud valora el caso del Morazán desde noviembre cuando se presentó el trámite de renovación del permiso anual. Después de verificar la deuda procedió a la prevención única de 10 días hábiles, la extensión por una prorroga de cinco días hábiles y el archivo de la solicitud.

“Al no tener permiso sanitario de funcionamiento se va a proceder a la clausura del mismo”, contestaron los funcionarios del Área Rectora Carmen-Merced-Uruca.

El recurso de apelación frenaría por el momento este proceso, según Navas.

Medidas de presión

El Hotel Morazán reclama que tienen vigente uno de dos permisos. La Caja respondió que hay un único permiso el cual la administración pasada solicitó unificar. (El Observador)

Un atraso con la CCSS o con al administración tributaria, además de sanciones o multas, traen otras consecuencias como no poder participar en licitaciones o no obtener certificaciones ante algunas instituciones como un mecanismo para obligar a las personas al cumplimiento, explicó Rafael González, socio de impuestos y legal de Grant Thornton.

“Como un mecanismo para que la gente se encuentre al día en sus obligaciones, uno diría que tiene un principio válido, el problema es que ya vimos al propio señor presidente hablar de que los sistemas de Tributación en muchas cosas no son fiables, entonces a veces no sabes si debes o no debes”, comentó González, quien no está relacionado con el caso del Morazán.

El presidente Carlos Alvarado dijo la semana pasada que los sistemas informáticos de Tributación fallan o no son los óptimos.

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