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“Impuestos solidarios”: el otro virus que amenaza al Gobierno

La idea del Gobierno era reunirse con los diputados para llevarles calma y exponer sus planes para atender la emergencia…

Por Tomás Gómez

Tiempo de Lectura: 4 minutos
“Impuestos solidarios”: el otro virus que amenaza al Gobierno
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La idea del Gobierno era reunirse con los diputados para llevarles calma y exponer sus planes para atender la emergencia nacional por el contagio del nuevo corononavirus, pero una vez más los errores de comunicación enredaron a las autoridades y provocaron un incendio político y social que muy seguramente no estaba presupuestado en esta coyuntura.

Todo empezó con la declaración de un Ministro, siguió con un regaño del Presidente y terminó con la amenaza de un nuevo impuesto de carácter “solidario”.

Ilustración de Douglas Campos para El Observador.

Aún en tiempos donde la agenda está tomada por el COVID-19, sigue quedando espacio para otras polémicas y una de ellas es la posibilidad de que si el escenario se sigue complicando los salarios mayores a ¢1 millón tengan que pagar una contribución para financiar subsidios a quienes pierdan su empleo.

Desautorizados vía Twitter

Para cumplir las medidas del distanciamiento social los diputados ahora sesionan en el auditorio del Museo de los Niños y hasta ahí llegaron el ministro de hacienda Rodrigo Chaves, la de planificación, Pilar Garrido, el de salud, Daniel Salas, y el presidente de la Comisión de Emergencias, Alexander Solís.

Tras encontrarse con los diputados, Chaves hizo un resumen de lo conversado a la prensa y narró que el Gobierno podría pedir una contribución sobre los salarios mayores a ¢500.000.

El tema llegó directo a las redes sociales y se infló aún más cuando se habló de él las ya tradicionales conferencias de prensa del medio día, donde el país se conecta para conocer las últimas actualizaciones sobre el coronavirus.

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Aunque no se atrevió a dar cifras, la ministra Garrido confirmó la intención de gravar los salarios.

Las críticas siguieron creciendo y fue cuestión de minutos para que ambos jerarcas fueran deslegitimados de forma tajante por su jefe, el presidente Carlos Alvarado, por medio de un tweet que terminó de encender el debate.

Para terminar de agravar la situación, la ministra de comunicación, Nancy Marín, fustigó a su colega de Hacienda por el mensaje brindado.

Marín dijo que “el Presidente está por encima de cualquier ministro de Estado” y en declaraciones a Radio Monumental agregó que “no tenía porqué haber dado ese anuncio”.

El impuesto que sí iría

El tweet presidencial dejó claro que se descartaba el mensaje de Hacienda pero generó aún más incertidumbre sobre lo que pasa a lo interno del equipo económico.

Las preguntas comenzaron a acumularse y el departamento de prensa de Casa Presidencial fue incapaz de responderlas.

En un primer momento se anunció un Facebook Life para contestar interrogantes pero las horas fueron pasando y el mandatario no dio la cara.

Alegando atrasos y una agenda recargada, la comparecencia se terminó cancelando y se indicó que sería Pilar Garrido, como coordinadora de los jerarcas de materia económica, la que contestaría al día siguiente.

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Llegaron más nublados luego de que el ministro Chaves cancelara una entrevista con el medio digital CRHoy por haber sido convocado de última hora a Zapote.

Tras 24 horas de caos comunicacional llegó una nueva conferencia de prensa, en la que apareció el propio presidente Alvarado con anuncios poco alentadores para el panorama económico y para señalar que se pedirá un presupuesto extraordinario para otorgar subsidios a las familias que pierdan sus ingresos por la pandemia y que si en tres meses la situación seguía mal, las ayudas se financiarán con aportes obligatorios temporales de quienes ganen más de ¢1 millón.

A su lado se sentó el Ministro Chaves a intentar justificar sus anuncios y a ofrecer “una disculpa sincera por cualquier confusión que pudo haber causado”.

Tras desautorizarlos en redes sociales, Carlos Alvarado compareció junto a sus Ministros de Planificación y Hacienda para aceptar que sí se valora un nuevo impuesto a los salarios (Presidencia)

Sin datos claros pero con malos augurios

A tres semanas de los primeros diagnósticos positivos del coronavirus y más de 300 casos confirmados, Costa Rica enfrenta un desafío de salubridad pero también económico.

Las medidas para frenar los contagios van desde reducción del aforo de restaurantes hasta el cierre de fronteras, lo que ha dejado en números rojos a sectores como turismo y alimentos.

Por medio de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), el sector productivo advierte que las condiciones son malas y el desempleo podría elevarse a un 20%.

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Por su parte, antes de llegar a la propuesta del impuesto “solidario”, Gobierno y diputados han impulsado otros planes como una moratoria de impuestos o la flexibilización de jornadas, con la visión en frenar la destrucción de empleo.

El horizonte no está claro pero de momento, el mandatario Alvarado advierte que habrán días complejos y la ministra Garrido sostiene que no hay una bola de cristal para determinar lo que está por venir.

Los diputados están teniendo un rol protagónico en el impulso de proyectos económicos. Las negociaciones se hacen de manera virtual y se sesiona solo para votar una vez que llegaron los acuerdos. (Pablo Heriberto Abarca)