Tomás Gómez
Las lluvias que inundaron 20 comunidades del cantón de Upala, este lunes, revivieron las sombras del huracán Otto. La tragedia del 2017 dejó una decena de fallecidos y sorprendió al cantón si un plan regulador.
Casi tres años después, el temor por las inundaciones reaparece, y el municipio sigue sin contar con un plan maestro, pese a las advertencias que hizo la Universidad Nacional y la propia naturaleza.
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Desde el 2012, la UNA planteó un piloto de plan regulador para Los Chiles, Upala y Guatuso.
En el caso de Upala se advirtió que solo en el centro del pueblo habían más de 1.300 edificaciones -entre casas y comercio- que estaban en zona de inundación.
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Tomando en cuenta los riesgos que implicaba la cercanía con el río Zapote, que bordea el centro de la ciudad, se llegó incluso a sugerir que la comunidad debía de trasladarse a otro lugar con mejores condiciones, pero la sugerencia fue ignorada en todos sus extremos.
El alcalde Juan Bosco Acevedo, se limitó a decir que la gestión del plan “va avanzando”.
“El plan regulador es un proyecto que está caminando. Ya tenemos un financiamiento de parte del Gobierno”, declaró Acevedo.
