Christine Jenkins Tanzi
Las diferentes interpretaciones de la Contraloría y el Ministerio de Hacienda sobre la regla fiscal se pueden conciliar y reflejan más que todo a un «problema de comunicación», según Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central.
Por eso, Cubero publicó este miércoles un informe titulado “Aplicación de la regla fiscal” en el que valida el tope final al gasto ejecutado en el que ha insistido la Contraloría.
Los jerarcas disputan sobre cómo se debe aplicar la regla fiscal para limitar el crecimiento del gasto corriente del Gobierno, en un 4,67% este año. La contralora Marta Acosta inclusive le envió una carta a los diputados en la que advirtió acerca de las consecuencias de implementar la regla fiscal como lo planteó Rodrigo Chaves, ministro de Hacienda.
La verificación del cumplimiento de la regla fiscal se debe dar en tres momentos de, según interpreta la Contraloría de lo establecido en la reforma fiscal:
1) Etapa de formulación y presupuestación (artículo 19 de la ley N° 9635)
2) Monitoreo trimestral en etapa de ejecución (artículo 20)
3) Verificación con la liquidación presupuestaria (artículo 21)
La Contraloría incluso valoró que le presupuesto que presentó Hacienda cumplió con la regla fiscal, por lo que en el primer momento ya se ha aprobado.
La disputa con Hacienda se centra en el tope para el tercer momento, cuando terminado el año se tiene que verificar si sobrepasaron el tope de gasto. Al finalizar el año, el cumplimiento se debe interpretar lo máximo que el gasto ejecutado del 2020 puede crecer un 4,67% con respecto al gasto ejecutado del 2019, es decir un tope de ¢7,46 billones, según la Contraloría.
Definir el máximo que se puede gastar se definirá como un 4,67% por encima del presupuesto inicial, no el gasto verdaderamente ejecutado el año anterior, como quiere Hacienda, que daría un tope de ¢7,89 billones.
Hoy el Banco Central aclara que está de acuerdo con el límite al tercer momento, como interpreta la Contraloría:
“El límite de crecimiento que establece la regla fiscal debería aplicarse sobre variables comparables: gasto presupuestado contra gasto presupuestado al momento de formulación del presupuesto (artículo 19), y gasto ejecutado contra gasto ejecutado durante la verificación posterior, una vez liquidado el presupuesto (artículo 21)”, escribió Cubero.
OBSERVE MÁS: Presidente Alvarado arremete contra Contraloría por regla fiscal: «La interpretación le toca a los diputados»
«Yo creo que los dos tienen razón, creo que aquí ha habido un problema de comunicación», comentó el presidente del Banco Central el viernes pasado ante consultas en un almuerzo organizado por la Cámara de Comercio.
«Creo que tiene razón el Ministerio de Hacienda cuando dice que cuando formulo el presupuesto aplico, la regla fiscal sobre el presupuesto formulado, y no el ejecutado, y creo que tiene razón la Contraloría cuando dice que una vez liquidado el presupuesto, yo tengo que verificar que se cumpla la regla con base en el presupuesto ejecutado», comentó.
La diferencia entre las dos interpretaciones es clave dados los ¢433.133 millones adicionales que podría gastar el gobierno este año bajo la segunda interpretación. Según Gerardo Corrales, analista económico, se debe seguir la interpretación de Marta Acosta, la Contralora.
“Hasta donde he leído y escuchado a la Contralora, nunca ha dicho que el presupuesto inicial se tenga que formular con el gasto corriente ejecutado del año anterior, lo cual es operativamente imposible. Al tener que cumplir la regla fiscal con el gasto ejecutado y no presupuestado, el ahorro potencial del gasto primario es significativo para acercarnos más al equilibrio del balance primario de las finanzas públicas que creo fue el espiritu del legislador”, comentó.
Christine Jenkins Tanzi
